MAGNESIO, SALUD Y LONGEVIDAD

 

Existen tres cosas que usted necesita saber acerca
del magnesio y el envejecimiento:

 

1.   Las personas que padecen la enfermedad de Alzheimer y la enfermedad de Parkinson tienen deficiencia de magnesio.

2.   El envejecimiento mismo puede ser un factor de deficiencia de magnesio. A medida que avanzamos en edad, nos volvemos más deficientes en magnesio, y por lo tanto, requerimos más cantidad en nuestra dieta y en forma de suplemento.      

3.   El magnesio se fija y elimina químicos tóxicos y metales para evitar que contribuyan a los síntomas del envejecimiento.

 

Hace trescientos años, la gente no vivía tanto como hoy. Vivían en tales condiciones de insalubridad que los simples arañones y cortes se volvían heridas mortales. Bañarse era visto con desconfianza y sospecha. La tuberculosis, fomentada por el hacinamiento, la poca exposición al sol, la falta de vegetales frescos, y la humedad, era muy contagiosa y aquejaba a muchos en la primavera de sus vidas. Los fuegos interiores sin la ventilación adecuada, traían la bronquitis crónica y el enfisema pulmonar, si la gente vivía lo suficiente para desarrollar estas condiciones.

 

Cuando se implementaron las condiciones de higiene general, las enferme­dades infecciosas comenzaron a ceder. La tierra aún estaba fértil, y las plantas absorbían nutrientes vitales. Los animales de granjas las comían, y los humanos las absorbían al comer carnes y productos frescos. La revolución industrial, sin embargo, dañó nuestra salud por las fábricas que arrojaban humo y venenos químicos. Las técnicas industriales de laborar la tierra empezaron a envenenarla con pesticidas, herbicidas, y fertilizantes de nitrógeno. Como resultado, la tierra se enfermó.

 

Podríamos pensar que estamos mejor en este siglo con las drogas y tecnología médica; pero como sabemos, éstas pueden también volverse tóxicas y erosionar nuestra salud, especialmente en un ambiente contaminado, donde nuestra nutrición básica se ve perjudicada. Tomar pastillas contra el envejecimiento y mega vitaminas no agregan años a su vida.

 

Una buena dieta que proporcione nutrientes óptimos, realizar ejercicios, y una actitud optimista y de apertura ante la vida son las verdaderas llaves de la longevidad.

 

En las sociedades industrializadas, envejecer está asociado con una creciente prevalencia de hipertensión, enfermedades al corazón, sensibilidad reducida a la insulina, y a la diabetes inicial en adultos. Envejecer en edad está asociado con niveles alterados de ion-calcio e ion-magnesio, indistinguibles de aquellos observados en la hipertensión y en la diabetes. Los estados de resistencia a la insulina, así como lo que a menudo se piensa que es envejecimiento "normal", se caracterizan por la acumulación de calcio y el agotamiento de magnesio en las células. Con todo este conocimiento, los investigadores sugieren que es la perturbación de los iones calcio y magnesio lo que podría ser el eslabón perdido responsable por la frecuente coexistencia clínica de la hipertensión, ateroesclerosis, y los desórdenes metabólicos del envejecimiento.

 

Como se ha evidenciado en experimentos con animales y estudios epidemiológicos, la deficiencia de magnesio puede aumentar nuestra susceptibilidad a enfermedades cardiovas­culares, así como acelerar el envejecimiento.

 

En un estudio realizado en residentes de un asilo para personas de la tercera edad, los niveles bajos de magnesio estaban asociados con dos condiciones que son una "plaga" entre los ancianos: calambres a las pantorrillas y diabetes mellitus. Los centenarios (individuos que alcanzan los cien años de edad) tienen niveles totales más altos de magnesio y menos niveles de calcio que la persona mayor promedio.

 

Se piensa que las "drogas sapientes» tales como la piracetam, oxiracetam, pramiracetam, y aniracetam mejoran el aprendizaje, facilitan el flujo de información entre los dos hemisferios del cerebro, y ayudan al cerebro a resistir lesiones físicas y químicas. El magnesio cumple todos los criterios de las "drogas sapientes", pero es mucho menos costoso y no tiene efectos colaterales.  

 

Radicales libres, antioxidantes y el envejecimiento

Las fuentes externas de radicales libres incluyen químicos (pesticidas, polución industrial, emisiones de autos, humo de cigarrillos), metales pesados (amalgama dental, plomo, cadmio), la mayoría de las infecciones (virus, bacterias, parásitos), rayos X, alcohol, alergénicos, estrés, y hasta el ejercicio excesivo.

 

Los antioxidantes son vitaminas y minerales tales como el magnesio, selenio, vitamina C, y vitamina E que expulsan a los radicales libres. Mientras mayor sea la cantidad de otros antioxidantes en el cuerpo, menor es la necesidad del magnesio de actuar como antioxidante, quedando libre para cumplir sus muchas otras funciones. Los antioxidantes protegen el nivel de magnesio en el cuerpo, lo que evita la elevación del calcio, que puede llevar al espasmo del músculo vascular.

 

Si no hay suficientes antioxidantes disponibles, los radicales libres superabundantes comienzan a dañar y destruir células normales y saludables. Los radicales libres son productos necesarios y normales del metabolismo, pero la producción descontrolada de radicales libres juega un rol principal en el desarrollo de enfermedades degenerativas. Los radicales libres están implicados en más de sesenta diferentes condiciones de salud, incluyendo las enfermedades al corazón, las enfermedades autoinmunes, y el cáncer.

 

Un gran número de informes han identificado a los pesticidas (incluyendo a los que estamos expuestos en el hogar ) como la causa de la enfermedad de Parkinson. El glutation es un antioxidante natural fabricado por todas las células del cuerpo, incluyendo las neuronas, que actúa para desintoxicar el cuerpo de ciertos químicos. Las células que crecen en condiciones de deficiencia de magnesio, sin embargo, tienen menos niveles de glutation. Al agregar radicales libres a un cultivo celular con bajo magnesio, los niveles de glutation caen rápidamente, dejando a las células más susceptibles al daño de radicales libres. El Dr. Russel Blaylock, neurocirujano, nos dice que la caída del glutation celular dentro de una parte del cerebro llamada la sustancia negra, parece ser uno de los más avanzados hallazgos en la enfermedad de Parkinson.

 

Memoria

Es más fácil ver los beneficios estructurales y tangibles del magnesio-los huesos, las proteínas, e incluso la energía que produce-, pero mucho más difícil es contemplar sus efectos en el cerebro. La investigación en el Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT), sin embargo, produjo un estudio en el año 2004 que eleva al magnesio a la posición de un estimulante de la memoria.

 

Los receptores específicos del cerebro importantes para el aprendizaje y la memoria, dependen del magnesio para su regulación. Los investigadores describen al magnesio como absolutamente necesario en el fluido cerebro­espinal, a fin de mantener estos receptores del aprendizaje y de la memoria activos. El término que usan para esta actividad, interactividad y variabilidad es “plasticidad”.

 

La plasticidad disminuye con la edad, y es la pérdida de la plasticidad en la región del cerebro, la responsable de almacenar recuerdos de corto tiempo, lo que causa el olvido en los ancianos.

 

Alzheimer

Aproximadamente el 10% de la población por encima de los 65 años de edad, y 50% sobre los 85, sufren de la enfermedad de Alzheimer,  asociada con una pérdida severa de la memoria, función cognitiva deteriorada, e inhabilidad para realizar actividades de la vida diaria. Con frecuencia se diagnostica la enfermedad de Alzheimer cuando todas las otras condiciones del cerebro han sido descartadas (por ejemplo: tumor cerebral, alcoholismo, deficiencia de vitamina B12, envenenamiento por amalgama de mercurio, depresión, hipotiroidismo, enfermedad de Parkinson, ataque cerebral, uso excesivo de drogas recetadas). En realidad, solo en una autopsia puede hacerse un diagnóstico definitivo.

 

Los químicos y metales tóxicos están asociados con la enfermedad de Alzheimer, especialmente el mercurio y el aluminio. La conexión entre el mal de Alzheimer y el mercurio ha sido establecida por el Dr. Boyd Haley, profesor de química y Presidente de ese departamento en la Universidad de Kentucky. El Dr. Haley ha demostrado que las formas del cerebro y las placas en el cerebro con el mal de Alzheimer eran idénticas a los que eran producidos por envenenamiento de mercurio. El cerebro puede absorber el mercurio por medio de amalgamas dentales, adquirirse por las vacunas contra la gripe (las cuales son preservadas con mercurio), o producirse por comer pescado contaminado con mercurio. El magnesio, cuando está disponible en el cuerpo, ayuda a desintoxicar de los metales pesados, incluso aquellos tan venenosos como el mercurio.

 

Muchas personas están expuestas al aluminio por medio de las ollas, latas, antiácidos y desodorantes que lo contienen. Una gran investigación ha demostrado que las neuronas cerebrales afectadas por la enfermedad de Alzheimer, tienen significativamente niveles más altos de aluminio que las neuronas normales. Los pacientes de Alzheimer tienen también niveles de magnesio más bajos dentro del hipocampo, el área del cerebro más dañada por esta enfermedad. El aluminio puede reemplazar al magnesio en ciertos sistemas de enzimas en el cuerpo, imitando su función pero causando daño. El aluminio también puede reemplazar al magnesio dentro del cerebro, que deja a los canales de calcio en las células nerviosas cerebrales abiertas, permitiendo que el calcio las inunde, causando la muerte de la célula.

 

La enfermedad de Parkinson

El aluminio también puede ser un factor importante en la degeneración del sistema nervioso central. En exámenes de autopsia, se observa que el calcio y el aluminio tienen altos niveles en los cerebros de las víctimas de la enfermedad de Parkinson, comparados con los cerebros de las personas normales.

 

Las enzimas funcionan en el cuerpo solamente cuando tienen acceso a los cofactores apropiados, que son mayormente vitaminas y minerales, especialmente magnesio, selenio, vitamina C, vitamina B6, y vitamina E. Metales pesados como el cadmio, aluminio y plomo se unen a ciertas enzimas, expulsando minerales como el magnesio, e impiden la actividad normal de la enzima, o crean actividad anormal llevando a la destrucción de la célula.

 

Las investigaciones indican que suficiente o bastante magnesio en el cuerpo protege las células cerebrales de los efectos dañinos del aluminio, del berilio, del cadmio, del plomo, del mercurio y del níquel.

 

En el intestino delgado también hay competencia por la absorción de minerales. Si hay suficiente magnesio, el aluminio no será absorbido. Si usted come de ollas de aluminio, usa desodorantes antitranspirantes que contienen aluminio, envuelve sus alimentos en papel de aluminio, y toma agua de caño con alto contenido de aluminio, los niveles podrían abrumar al magnesio en sus intestinos, y el aluminio será absorbido en su lugar. Esto tiene consecuencias en la cantidad de magnesio de su cerebro, y permite la acumulación de aluminio asociado con las enfermedades de Alzheimer y de Parkinson. Podría ser que el aluminio actúe como una co-toxina en estas enfermedades, agregando más toxicidad a la producida por las excitotoxinas.

 

Demencia a causa de la deficiencia de magnesio

La reducción de magnesio también es una de las causas principales de la demencia. Varios estudios demuestran que pueden producirse graves síndromes neurológicos cuando algunas condiciones causan niveles muy bajos de magnesio en el cerebro, tales como el uso crónico de diuréticos, los cuales son ingeridos por millones de personas para controlar la presión sanguínea alta. Estas condiciones neurológicas pueden presentarse como convulsiones, delirio, coma, o psicosis, los que se pueden revertir rápidamente cuando se administran grandes dosis de magnesio por vía intravenosa.

 

La habilidad del cuerpo para absorber magnesio declina con la edad, de manera que las personas de la tercera edad están en riesgo particular, pues no ingieren una dieta adecuada y usan drogas que agotan el magnesio del cuerpo. Los estudios muestran que las personas de la tercera edad toman un promedio de seis a ocho medicamentos diarios.

 

Agregue a ello el efecto de los antiácidos, que muchas personas mayores toman para cubrir los síntomas causados por una mala dieta. Los antiácidos suprimen los ácidos normales del estómago y pueden llevar a que los alimentos no sean digeridos completamente, lo que causa gases, inflamación, y estreñimiento. Otro peligro oculto es el uso de aluminio en la mayoría de antiácidos.

 

Las cantidades excesivas de Aspartame y MSG (glutamato) en la dieta de personas mayores, también pueden ocasionar síntomas de demencia debido a su efecto directo, que es también magnificado por la deficiencia de magnesio.

 

Envejecimiento

El Dr. Jean Durlach, un prominente experto en magnesio en Francia, sintetiza la investigación básica sobre el magnesio y el envejecimiento:

 

1.   La deficiencia crónica marginal de magnesio en ratas les reduce el término de vida.

2.   La deficiencia de magnesio acelera el envejecimiento a través de sus varios efectos en los aparatos: neuro­muscular, cardiovascular, endocrino; riñones y huesos; y en los sistemas inmunológicos.

3.   En países desarrollados, la ingesta de magnesio es marginal en toda la población sin perjuicio de la edad: alrededor de 4 mg/kg/día en vez de los 6 mg/kg/día recomendados para mantener un equilibrio satisfactorio. Sin embargo, la población de la tercera edad es extremadamente heterogénea: enfermedades, medicamentos, e impedimentos físicos o psicológicos exponen a los individuos a severas deficiencias nutricionales.

4.   Alrededor de los 70 años de edad, la absorción de mag­nesio es solo las dos terceras partes de lo que es a los 30.

5.   Varios mecanismos de deficiencia incluyen la mala absorción intestinal; reducida absorción y movilización de los huesos (osteoporosis); pérdidas urinarias incrementadas; estrés crónico, resistencia a la insulina llevando a la diabetes con severa pérdida de magnesio en la orina, falta de respuesta a la estimulación adrenalínica; pérdida causada por la medicación, especialmente diuréticos; adicción al alcohol; y consumo de cigarrillos.

6.   La deficiencia de magnesio en las personas de la tercera edad incluyen síntomas del sistema nervioso central, que en gran medida parecen "neuróticos": ansiedad, excesiva emotividad, fatiga, dolores de cabeza, insomnio, mareos, tics nerviosos, sensación de nudo en la garganta, y dificultad para respirar. Las señales del sistema nervioso periférico son: pinchazos en las extremidades, calambres y dolores musculares. Los desórdenes funcionales incluyen dolor de pecho, respiración corta, presión en el pecho, palpitaciones, extrasístoles (ocasionales golpes del corazón a raíz de un extra latido aislado), ritmo cardíaco anormal y el síndrome de Raynaud. Las perturbaciones al sistema nervioso autónomo (sistema neuro-vegetativo) involucran los sistemas nerviosos simpático y para-simpático, causando hipotensión o hipertensión fronteriza. En pacientes mayores, emocionalidad excesiva, temblores, debilidad, desórdenes para dormir, amnesia, y las perturbaciones cognitivas son aspectos particularmente importantes de la deficiencia de magnesio.

7.   Una prueba con suplemento de magnesio oral es el mejor instrumento de diagnóstico para establecer la importancia de este mineral.

 

ACEITE DE MAGNESIO Y DHEA

El Dr. Norman Shealy, mientras investigaba el aceite de Magnesio, descubrió que aplicado a la piel sobre una base regular, incrementa de forma natural el nivel de una hormona vitalmente importante, DHEA, la cual es producida en las glándulas adrenales, pero su producción disminuye conforme vamos envejeciendo. Aparentemente, así como el magnesio se absorbe a través de la piel y los tejidos adiposos del cuerpo, se ven muchas cadenas de reacción, una de las cuales termina en la producción del DHEA.

 

Algunos especialistas en antienvejecimiento recomiendan aumentar los niveles de DHEA tomando suplemento de hormonas; sin embargo, otros toman precauciones sobre sus efectos secundarios. Incrementarlo naturalmente a través de la mejora del balance del magnesio, debería ser una manera segura de retroceder en el tiempo.

 

DIETA PARA LA LONGEVIDAD

Evite toda comida "basura" así como alimentos salados, fritos y grasosos. Aléjese de la carne, alcohol, café, cafeína, y el azúcar. Constate si tiene sensibilidad a algunos alimentos, particularmente el trigo y lácteos. Los alimentos terapéuticos incluyen el culantro, cebolla, algas marinas, y kion (jengibre), que ayudan a capturar y expulsar metales pesados.

 

 

SUPLEMENTOS PARA LA LONGEVIDAD

 

·      Citrato de Magnesio: 300 mg. dos o tres veces al día - Magnesol mezclado con el jugo de un limón -

·      Aceite de magnesio aplicado a la piel, 10 a 20 rociadas al día; diluya la mitad en agua destilada si el aceite produce picazón (cada spray de aceite no diluido tiene casi 20 mg de magnesio). El gel de magnesio tiene menos tendencia a producir picazón.

·      Citrato de Calcio: 500 mg. dos veces al día.

·      Vitamina E mezclada con tocoferoles: 400 UI al día.

·      Vitamina C: 1,000 mg. dos veces al día.

·      Complejo B: 50 mg. dos veces al día.

·      Vitamina B12: 1,000 mcg intramuscularmente una vez a la semana.

·      Vitamina D: 1000 UI o 20 minutos de exposición al sol diariamente.

·      Lecitina granulada: 2 cucharadas al día.

·      Linaza: 1 o 2 cucharadas al día (Ligeramente dorada).        

·      Aceite de sacha inchi: 1 cucharada al día.

·      Adicionalmente, las hierbas Ginko biloba mejoran la circulación cerebral.

·      Las drogas que empeoran la enfermedad de Alzheimer incluyen: cloropromazine, antihistamínicos, barbitúricos, psicotrópicos y diuréticos.

 

 

Nota: La Dra. Carolyn Dean, M.D., N.D., es doctora en medicina, naturópata, activista, ambientalista, acupunturista, homeópata y gran conocedora del uso de hierbas en medicina, nutricionista, escritora, investigadora e inventora.  El enfoque de su práctica médica, desde su inicio en 1979, fue enseñar a las personas acerca de sus opciones naturales y elecciones para lograr una salud óptima. La Dra. Dean es autora de varios libros entre ellos “El Magnesio Milagroso”.

La página web de la Dra. Dean es www.carolyndean.com

 

29/10/2021

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