ACUMULADORES: UN TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO

OBJETOS VIEJOS

 

Una de las leyes espirituales de la existencia, es la ley de la correspondencia, según la cual “como es adentro, es afuera”; y que si la trasladamos a lo que podríamos entender como nuestra existencia humana, nos encontramos con que podríamos equipararla a que todo aquello que llevamos en nuestro mundo interior, se verá reflejado en nuestro mundo exterior.

 

Es por ello, que es fundamental cuidar nuestra interioridad, conformada tanto por los pensamientos como por las emociones, ya que, por esa ley de reciprocidad o correspondencia, veremos reflejado en nuestro mundo exterior (desde nuestra salud, abundancia, relaciones interpersonales, etc.) todo aquello con lo que resonamos adentro.

 

A este respecto, podemos hacer referencia a un claro ejemplo de cómo esta ley universal se refleja en nuestras vidas, y es el caso de las personas que tienden a acumular objetos o animales de manera obsesiva, compulsiva y excesiva, hasta incluso llegar al punto de ocupar espacios de una manera tan exagerada, que ya no queda lugar para nada más, obstaculizando las actividades básicas del hogar y en donde la persona que lo sufre no es capaz de desprenderse de los excesos acumulados. Nos encontramos ante lo que la ciencia ha denominado “Trastorno Obsesivo Compulsivo” o “Síndrome de Acaparador Compulsivo”, el cual puede estar presente en distintos niveles; desde un nivel leve en donde aún se puede transitar en el lugar, hasta niveles muy excesivos en donde no hay espacio libre alguno para transitar, y el lugar se vuelve peligroso por la cantidad de objetos, y con infestación de insectos, roedores, hongos, etc. El síndrome puede comenzar a aparecer a partir de los 15 años de edad; aunque es más común que se desarrolle por completo hacia la edad adulta, y se ha establecido que está presente en alrededor del 2 al 5% de la población adulta.

 

¿Qué nos refleja esta situación? ¿Qué sucede en el mundo interior de aquellas personas que adquieren estos elementos de manera indiscriminada, y que no son capaces de deshacerse de los anteriores, conformando así un gran cúmulo de objetos muchas veces inutilizados? Esta situación nos está reflejando algo de su mundo interno, y en muchos casos, esa conducta es el reflejo de haber vivido experiencias traumáticas con heridas emocionales muy profundas; en otros casos, se presenta en personas con altos niveles de estrés, o con personalidades muy indecisas. También, se han visto casos en donde son conductas aprendidas de los padres, pero en casos más severos, puede estar relacionado a “daños cerebrales o episodios psicóticos”.

 

Lamentablemente, este tipo de conductas obsesivas compulsivas, causan un desorden muy exagerado en el ambiente en el que se desarrolla no solo la persona que acumula, sino los familiares con los que convive, hasta el punto de crear un espacio insalubre y de incomodidad familiar, por lo que, es necesario tener en cuenta algunos aspectos esenciales, para ayudar a estas personas, y por ende, ayudar a todo el núcleo familiar que también sufre las consecuencias de ese padecimiento.

 

Qué hacer si se tiene un ser querido con Trastorno de Acumulación

- Lo ideal es que la persona que padece el trastorno, reciba ayuda de un profesional de la psicología, a fin de que se aplique una terapia de comportamiento cognitivo que le ayude a modificar esa conducta, o en casos más severos, un tratamiento con antidepresivos.

- Es fundamental entender que si bien los que están alrededor de esa persona han notado este trastorno, es posible que quien lo padezca no se haya dado cuenta, o no lo quiera reconocer, por lo que, hay que respetar el libre albedrío de la persona, así como las cosas que ha acumulado, y nunca tomar la decisión de botar sus objetos sin su autorización.

- Será ideal buscar el momento adecuado para hablar con la persona que sufre el trastorno, y hacerle saber con palabras acordes lo que está sucediendo y lo que siente el núcleo familiar respecto a tal situación, así como la sugerencia de recibir ayuda profesional.

- Buscar la manera de motivar a la persona para que vea los beneficios de liberarse de los objetos innecesarios, como el hecho de ganar más espacio, así como la posibilidad de tener un ambiente más limpio. Sin embargo, si no se logra motivar a la persona para que acceda a tomar el paso de buscar ayuda profesional y liberarse del exceso de objetos acumulados, debe respetarse su decisión, ya que no se debe forzar su voluntad, sino buscar otras maneras de hacerlo.

 

Es importante tener en cuenta que se trata de un padecimiento psicológico, por lo que, si realmente se busca ayudar a la persona, esa ayuda debe venir desde el amor, siendo fundamental ser comprensivos con ella, sin atacarla ni juzgarla, y entendiendo que se trata de un proceso lento, por lo que, habrá que ser muy paciente; pero con unión familiar y voluntad, siempre se podrá salir adelante.

 

 

Fuentes de información:

blog.elartedesabervivir.com

milenio.com

es.wikipedia.org

 

 

14/02/2022

 

 

 

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