EL JENGIBRE (KION) Y SUS PODERES CURATIVOS

 

Los médicos romanos lo tenían a mano durante las marchas militares. Pitágoras, el filósofo griego, promovía sus virtudes para asegurar la salud digestiva. Y el rey Enrique VIII de Inglaterra estaba convencido de que protegía contra la plaga, si bien no hay indicios de que sus poderes lleguen a tanto. No obstante, efectivamente contamos con muchas pruebas de que esta raíz retorcida y picante ayuda a aliviar docenas de afecciones, desde los mareos por movimiento y otros trastornos digestivos, hasta las migrañas, la artritis, el colesterol alto e incluso los peligrosos coágulos sanguíneos. Por eso millones de personas en todo el mundo le tienen una fe ciega al jengibre como poderoso alimento curativo.

 

 

Nada de náuseas

Cualquiera que haya sufrido mareos por movimiento sabe, que incluso un ataque menor, echa a perder hasta los planes mejor organizados para las vacaciones. Por eso casi todas las listas hechas antes de salir de viaje incluyen la anotación "Comprar Dramamine".

 

Sin embargo, la próxima vez tal vez valga la pena darse una vuelta por el supermercado en lugar de la farmacia. Resulta que el jengibre es uno de los mejores remedios contra los mareos por movimiento.

 

En un estudio clásico dirigido por Daniel B. Mowrey, Ph.D., director del Laboratorio Estadounidense de Investigación sobre la Fitoterapia en Salt Lake City, Utah, ataron a 36 estudiantes propensos a sufrir mareos por movimiento a unas sillas giratorias inclinadas y les dieron vueltas hasta que se enfermaron. Los que habían tomado 100 miligramos de dimenhidrinato (Dramamine) no aguantaron por más de 4 minutos, aproximadamente, y la mayoría no llegó ni a eso. Por el contrario, la mitad de quienes habían tomado jengibre soportaron los 6 minutos completos de la prueba y sufrieron menos náuseas y mareos que el grupo que había ingerido el medicamento.

 

En otro estudio, unos investigadores holandeses probaron los efectos del jengibre con unos cadetes navales mareados por un viaje marítimo. Encontraron que las pastillas de jengibre les reducían las náuseas y los vómitos y les proporcionaban alivio hasta por 4 horas.

 

Los expertos no están seguros de la razón por la que el jengibre tranquiliza el estómago revuelto. Investigadores japoneses han sugerido que los gingeroles, una de las sustancias que contiene el jengibre, tal vez sean los indirectamente responsables de bloquear el reflejo de vómito del organismo.

 

Para combatir los mareos por movimiento se debe tomar aproximadamente una cucharadita de jengibre fresco o en polvo 20 minutos antes de subirse a un coche o un barco. La dosis se repite cada dos horas o según sea necesario.

 

El jengibre también sirve para aliviar el estómago descompuesto. Los médicos naturistas aconsejan preparar un té de jengibre agregando tres o cuatro delgadas rodajas de jengibre fresco a una taza de agua hirviendo y se toma según sea necesario.

 

 

Menos migrañas

Les tenemos buenas noticias a los millones de personas que padecen migrañas (jaquecas): es posible que el jengibre ayude a ahuyentar el dolor y las náuseas. En un pequeño estudio llevado a cabo por in-vestigadores de la Universidad Odense en Dinamarca, se llegó a la conclusión de que el jengibre posiblemente sirva para evitar una migraña inminente, sin los molestos efectos secundarios de algunos medicamentos contra este mal. La raíz al parecer bloquea la acción de las prostaglandinas, unas sustancias que producen dolor e inflamación en los vasos sanguíneos del cerebro.

 

Las investigaciones aún se encuentran en una fase preliminar, así que los expertos están renuentes a recomendar tratamientos específicos con respecto al uso del jengibre para combatir las migrañas. Pero si el dolor de cabeza amenaza con desatarse, tal vez valga la pena probar ½ cucharadita de jengibre fresco o en polvo.

 

 

Ayuda contra la artritis

A veces las articulaciones de los dedos artríticos llegan a estar tan tiesas y adoloridas, que hasta resulta imposible hasta quitarle la tapa a prueba de niños al frasco de las aspirinas. Para estos casos es buena idea agregar un poco de jengibre al botiquín.

 

En un estudio realizado por investigadores daneses, se examinó a 56 personas con artritis reumatoide u osteoartritis que estaban tomando jengibre fresco o en polvo. Se encontró que el jengibre aliviaba al 55 por ciento de las personas con osteoartritis y al 74 por ciento de quienes tenían artritis reumatoide.

 

Algunos expertos sospechan que el jengibre posiblemente alivie el dolor de la artritis de la misma forma en que ayuda a bloquear las migrañas: al impedir la formación de las prostaglandinas inflamatorias que causan dolor e hinchazón.

 

Para aliviar el dolor dela artritis, se recomienda preparar un té ligero con tres o cuatro rodajas de jengibre fresco en una taza de agua hirviendo. También se puede tomar ½ cucharadita de jengibre en polvo o hasta 1 onza (más o menos 6 cucharaditas) de jengibre fresco una vez al día.

 

 

Salud sanguínea

Muchos coágulos sanguíneos son buenos. Cuando uno se corta el dedo, por ejemplo, las plaquetas -los componentes sanguíneos que ayudan a formar los coágulos- acuden a "pegar" la herida para que se cure. No obstante, esas plaquetas pegajosas a veces también se pegan a las paredes de las arterias o entre sí. Cuando esto sucede, los coágulos dejan de ser buenos y se convierten en un motivo de preocupación. Muchas personas toman aspirinas diariamente para ayudar a mantener su sangre despejada de los coágulos que pudieran conducir a derrames cerebrales o infartos.

 

El gingerol del jengibre tiene una estructura química parecida a la de la aspirina. Los estudios científicos indican que al incluir esta raíz en la alimentación -aunque los expertos aún no saben en qué cantidad- es posible que se inhiba la producción de una sustancia química llamada tromboxano, la cual desempeña un papel clave en el proceso de coagulación.

 

 

Cómo maximizar sus poderes curativos

 

Úsalo fresco. El jengibre puede comprarse en varias presentaciones, entre ellas fresco, seco, cristalizado o en polvo. Lo mejor es usarlo fresco. El jengibre fresco es más activo que el seco. El jengibre cristalizado es casi igual de bueno. El jengibre más fresco es el que más compuestos curativos ofrece. Evita el jengibre con puntos blandos, moho o la piel seca y arrugada.

 

Rállalo. Cuando el jengibre fresco se ralla, libera más jugo curativo que si se pica en rodajas o en trozos. Un triturador de ajo también sirve para extraer la cantidad máxima de jugo de la raíz.

 

Disfrútalo con frecuencia. Para sacarle los mayores beneficios para la salud, conviene consumir jengibre lo más a menudo posible. Sin embargo, no es necesario obsesionarse con esta raíz para obtener sus beneficios curativos. Basta con menos de una onza (28 g) al día. Beber unas cuantas tazas de té de jengibre o agregar una pequeña cantidad de jengibre fresco a un plato sofrito al estilo asiático debe de ser suficiente.

 

Elige la raíz correcta. Cuando sea posible es preferible comprar el jengibre cultivado en África o la India. Los estudios científicos demuestran que estas variedades son más fuertes que la de Jamaica, que es más común. Sin embargo, no se distinguen a simple vista. Hay que preguntarle al encargado de la sección de frutas y verduras del supermercado o de la tienda de productos naturales, quien debería de saber de dónde proviene el jengibre que está vendiendo.

 

 

En la cocina

El aspecto del jengibre fresco puede parecerle algo misterioso a las personas que no lo conocen. Sin embargo, no hay que dejarse intimidar por su aspecto nudoso ni su color café, porque es más fácil de usar de lo que parece. Sólo hay que saber lo siguiente:

 

Envuélvelo y mételo al refrigerador. El jengibre fresco sin pelar se conserva hasta por dos semanas si se envuelve muy bien con envoltura auto adherente de plástico. En el congelador se conserva hasta por dos meses.

 

Pélalo. La piel dura color café claro no tiene ningún sabor que valga la pena aprovechar. Antes de usar el jengibre, pélalo con un pelador de papas o un cuchillo de pelar (mondar) afilado.

 

Pícalo finamente. Para sacarle todo el sabor posible al jengibre fresco hay que picarlo (o bien rallarlo o machacarlo) lo más finamente posible. Quizá la forma más fácil de extraer el jugo es cortando un trocito de jengibre y exprimiéndolo en un triturador de ajo

 

 

 

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