NIÑOS CON FUTURO

El Dr. Pérez-Albela conversó con su amiga, la psicoterapeuta

Carmen González, para explicarnos sobre cómo debemos tratar a los niños cuando hay que corregirlos.

 

EL MIEDO EN LOS NIÑOS

José Luis Pérez-Albela (JLPA)

¿Es cierto que el susto se cura con huevo, con alumbre e, incluso, pasando por el cuerpo del niño un pedazo de papel que luego se quema? ¿Ayudan estas cosas a quitar el susto?

 

Carmen Gonzáles (CG)

No es que tal o cual cosa curen el susto de un niño. Lo que busca y realmente necesita es sentir que alguien se dedica y se preocupa por él. Alguien que le diga que todo está bien y que lo van a cuidar. Además, la imposición de manos, cuando se hace con amor, logra excelentes resultados. No olvidemos que nosotros damos energía a través de nuestras manos.

 

JLPA: Llamar la atención al niño no es gritarle o agredirlo. Simplemente consiste en que el niño concentre su atención en una o en otra cosa. En pocas palabras, llamar la atención del niño, sin hablarle con rabia o furia. Eso es tener criterio.

 

CG: He llegado a la conclusión que muchos padres, por el nivel de angustia y depresión que tienen, quieren solucionar los conflictos con sus hijos a través de los golpes y el miedo. Eso no es enseñanza, es salir del paso con la fórmula más simple que es regañándolos o golpeándolos; es decir, usando lo que se tiene a la mano sin buscar la respuesta en nuestro ser. Pero amar es dar lo que no se tiene; no tengo paciencia y tengo que dar paciencia, porque lo que están haciendo no es educar, sino maltratar a los niños, desfogando los traumas que ellos tienen, producto de cómo los trataron de niños.

 

JLPA: Claro, una cosa es instruir y otra educar, ¿verdad?

 

CG: Exacto. Lo más importante es la comunicación entre el padre y la madre para que los niños sientan que tienen un pilar dónde acudir cuando exista un problema. No olvidemos que siempre debemos prestarle atención al niño, así sintamos que por ser tan pequeño no tiene un tema de qué conversar. Esto es erróneo en todo sentido. Cuando los escuchemos, hagamos la lectura de ese lenguaje; es decir, de la emoción o de lo que quiere expresar a través de sus palabras. Por ejemplo, "No quiero que Paola venga a casa", quizás represente que tiene celos o no le gustan algunas cosas de la niña en mención. No podemos imponerle las cosas, debemos tener mucho tacto para saber qué es lo que nos quieren decir.

 

 

EL ESTRÉS PARTE DEL PROBLEMA

JLPA: Cuando se acumula mucho estrés se denomina “distrés”, que es la enfermedad patológica que mata, que da infartos, que hace perder magnesio, y que origina coma diabético, entre otros. Esto también causa desórdenes emocionales en los padres, los cuales son muy impulsivos en su manera de actuar y, lamentablemente, muchas veces se descargan con los más inocentes, los niños. Una de las terapias para combatir esto es la respiración profunda.

 

CG: Sí. Recuerdo que el doctor Yun Li Sung me enseñó una técnica de respiración estupenda, la cual consiste en sentarse y aspirar dejando que el aire entre a tu abdomen (una respiración similar a cuando estás dormido). De esta manera, tu abdomen se infla y después baja. Cuando lo hice noté algo maravilloso: cuando hacemos ese tipo de respiración se empieza a segregar saliva; ésta se pasa y es maravillosa para regular el colesterol porque favorece la digestión y combate el estrés.

 

JLPA: Recordemos además que la alegría aleja las enfermedades, la muerte y también aleja el estrés. Porque el que está triste, está frío, pero al estar alegre, te llenas de calor, de vida.

 

CG: Eso es muy cierto. Es más, en Japón se demostró que las personas más alegres viven más. Una persona triste siempre repite el dolor que lo embarga, es decir, no crea vida y eso lo debilita.

 

JLPA: Es como un estreñimiento mental.

 

CG: Sí, creo que esa sería la mejor manera de definirlo. Y creo que también las personas que no son capaces de expresar sus emociones pueden sufrir de estreñimiento.

 

JLPA: El enfermo que se auto medica con un psicofármaco crea dependencia y, a largo tiempo, éste no lo deja reír, ni llorar. ¿Es cierto que el llanto y la risa curan?

 

CG: Es que cuando uno llora o ríe, el diafragma empieza a funcionar mejor y esto genera una mejor oxigenación cerebral y cardiovascular evitando los infartos. Es una catarsis, al igual que la risa.

 

APRENDIENDO A REÍR Y LLORAR

JLPA: ¿Qué les dirías a esos papás machistas que regañan a sus niños cuando lloran y les dicen que eso no es cosa de hombres, que los verdaderos machos no lloran? Los psicoterapeutas afirman que, a quienes les bloquean el llanto, también les bloquean la risa y en el futuro les será difícil expresar sus emociones.

 

CG: Eso es muy cierto, y hace que los hombres se desarrollen fríos, ocultando sus sentimientos. Pero, esto es peligroso, porque los sentimientos son como una caja de Pandora y cuando llegan a abrirse por un hecho inesperado, esas represiones de llanto rete-nidas durante muchos años salen sin control alguno. Para un hombre resulta amenazante, pues piensa que soltar una lágrima lo muestra débil ante los demás. Entonces, un hombre se desespera cuando un hijo llora porque esto es como decir: "No sigas llorando porque se me descascara el alma", y hasta son capaces de pegarle a sus hijos para que supriman las muestras de dolor.

 

JLPA: ¿Qué debe hacer un padre en ese momento de tensión, si no sabe cómo solucionarlo?

 

CG: Nada. Cuando hay tensión no es momento ni de hablar, ni de educar. El padre debe retirarse y cuando el alma esté dispuesta a recibir, recién podrán hablar con sus hijos. Los padres gritan porque ellos realmente son los que quieren descargar. Primero deben hablar con sus hijos para decirles en qué se equivocaron y reprenderlos de la mejor manera, pero no para decirle algo tan tonto como: "Tienes que estudiar" o "No le pegues a tu hermano" o "No rompas tal cosa". Los niños no son tontos, lo que hay que hacer es preguntarles el porqué de su actitud, por qué no quiere estudiar (quizás le aburra el curso) o porqué le pegó a su hermano (lo que puede ser por celos infundados). Lo que sucede es que a los padres no se les ha enseñado a ver lo que hay detrás de la conducta. Es por ello que cuando un hijo llora, el padre se ve reflejado en sus hijos y actúa de la manera como lo trataron a él. La idea no es amaestrarlos como animales, la clave es brindarles cosas lindas a los hijos y enseñarles con el ejemplo. El mejor regalo para un hijo, es que su padre vaya mejorando día a día. Si como padre o tutor le va a dar a sus hijos lo mismo que le dieron sus padres de niño, entonces, no tienen razón de existir, mejor métase en el cajón y que el abuelo los críe. ¿Para qué vives y que razón hay para tu vida? Uno vive para ser mejor que sus propios padres.

 

JLPA: Uno grita al que está lejos para que se acerque, pero si le gritas a uno que está cerca lo alejas.

 

CG: Cuando gritas no consigues nada, sólo úlceras, gastritis y quedarte afónico; pues si le gritas a alguien vas a crear que él adopte una situación para que no te escuche. Si a esa persona lo han tratado siempre así, se asusta, se cierra y nada le entra, pero si nunca lo han gritado, entonces se aterroriza. Como ves, en ninguno de los casos sirve gritar. Lo importante es buscar la manera de cómo comunicarte con los demás. Por ejemplo, si estuvieras casado con una persona fría y racional, no puedes decirle "Oye, quiero hablarte", porque en un momento la persona contestará de la misma manera y más frío aún... "Dime de qué". A las personas que son así, se les habla con una forma a la que yo denomino "Media Frase". Es toda una estrategia. Para definirlo, supongamos que él ha gritado al niño y uno le dice a él: "Oye, ven acá". Esto no va a funcionar porque inmediatamente se pondrá en guardia y recordará cuando le llamaban la atención de niño y por eso es tan violento. Por ello se le debe decir así: "¿Tú cuánto quieres a nuestro hijo, a tu pequeño? Y pensar que hoy el niño ha llorado porque lo asustaste". De esta manera el hombre no se va a dar cuenta de que le has llamado la atención. Al contrario, abrirá más rápido su corazón y comprenderá mejor su actitud. Porque a las personas frías no se les puede decir muchas cosas.

 

JLPA: Existe mucha violencia familiar. Y esto se ve con frecuencia a la hora del almuerzo. Ello genera una indigestión, pues el 50% de las enzimas se bloquean y eso es malísimo. Caso contrario es cuando existe una sobremesa alegre la cual mejora la digestión. Con la cólera la función digestiva se ve disminuida a la mitad.

 

CG: Lo peor es que los chicos se asustan de esos momentos tan lindos y luego, cuando sean grandes, no querrán pasar un momento con sus propios hijos en la mesa, porque lo recuerdan. Y eso lo sufrirán cuando sean abuelos. Lo gracioso es que cuando son viejos se olvidan de las cosas malas. Cuando uno es anciano le dice a sus hijos que no golpeen a sus nietos y sus hijos le dicen, pero si tú me pegabas, pero no lo recuerdan. El ser humano reacciona así porque también es mamífero y actúa como bestia, pero el ideal de toda persona es ser más humano y menos mamífero. Además, los padres, como sienten tanta culpa, piensan que castigando o golpeando a sus hijos los educan. Es más, dicen que los corrigen. Creo que primero deben corregirse ellos. Háblenles con amor y dulzura a sus hijos, esto quedará siempre. Eviten los golpes, porque harán que el niño en lugar de entender, los odien. Si tenemos la actitud y las ganas de cambiar a favor de nuestros hijos y de nosotros mismos, tendremos seres humanos excelentes para el futuro y también ganaremos muchas cosas. Está en nosotros dar el primer paso.

 

“El 96% de las personas que tienen problemas en su centro de labores, en su familia o consigo mismas, han sido maltratadas psicológica y físicamente por sus padres."

 

Preguntas del tintero

¿Cuán cierto es que el pasado de los padres es el futuro de los hijos?

No necesariamente. Si los padres reconocen que sus emociones destructivas son consecuencia de la forma como fueron tratados por sus propios padres, entonces podrán dar a sus hijos lo mejor de ellos.

 

¿Cómo debemos comportarnos con nuestros hijos ante sus cambios?

De la niñez a la pubertad: Asumir que la pubertad es el inicio de un nuevo proceso, y que cuando menos va a durar once años. Los padres deben comportarse con tolerancia y comprensión. El resultado será un adulto emocionalmente sano.

 

De la pubertad a la juventud

Etapa de grandes cambios, físicos. Deben saber que ya paso la etapa de dar órdenes y que se inicia la etapa de negociación. Es momento de pactar con él y negociar acuerdos. Si se observaran conductas extremas de desobediencia, se debe buscar ayuda especializada.

 

De la juventud a la adultez

Si el joven se ha desarrollado adecuadamente, estará cerca de la independencia. Buenos padres son los que forman hijos para no ser necesitados. Es doloroso para los padres que el hijo se independice, pero es el paso necesario para que sean adultos sanos.

 

¿Qué debemos incentivar en nuestros hijos para que puedan llevar una vida ordenada y que sea el pilar para que ellos sean buenos padres?

Enseñarles que lo importante es saber controlarse a sí mismos, que no descarguen su ira contra sus hijos bajo el discurso de que "lo hacemos por su bien". Recordar que debajo de cada ser doliente, deprimido o delincuente de esta sociedad, existió un padre o una madre muy cruel, aun cuando no desearon conscientemente serlo.

 

 

NOTA EDITORIAL:

Centro de Promoción para la vida (CEPROVI). La doctora Carmen González es integrante de CEPROVI, una institución comprometida con la salud emocional de la población peruana, la cual se ha visto alterada debido a la violencia y descontrol a causa de los impulsos que se tornan cada vez más cotidianos e intensos. Esta institución ofrece servicios psicoterapéuticos, terapias individuales y grupales, tratamiento para problemas de aprendizaje, entre otros. Si quieres conocer un poco más ingresa a www.ceprovi.org o infórmate llamando a los teléfonos: 3690967 - 369 0968.

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