LA IMPORTANCIA DE LA ACEPTACIÓN

 

La aceptación es una forma de tomar los acontecimientos diarios, por muy insignificantes o desesperantes que parezcan,  como sucesos externos a nosotros y que si queremos, solo si queremos, dejaremos que nos afecten o no. Porque no están bajo nuestro control, no podemos hacer que las nubes se muevan y oculten ese magnífico sol.

 

Si el día está soleado y a mí no me gusta, solo aceptaré que está soleado y no dejaré que me afecte, que me cause disgusto, que tenga que sudar, etc. Acomodaré mis reacciones al hecho concreto del día soleado. Es decir, caminaré con ropa sencilla, me cubriré con una sombrilla o sombrero, llevaré mucha agua, etc. etc. Nada cambiará si me opongo, reniego o despotrico contra el sol. Solo yo pasaré un mal rato y hasta destruiré un hermoso día.

 

Esta aceptación se realiza en paz y con mucha tranquilidad, siendo conscientes de armonizarnos con el entorno natural, tratando de encajar en él. Es decir, no oponer resistencia a un suceso que escapa a mi control. 

 

Muy distinto sería resignarse al hecho, porque queda amargura, impotencia, dolor y frustración.

 

En la aceptación sucede todo lo contrario: Nos subimos al ritmo de la vida y a su fluir y viajamos cómodamente con él, relajados, tranquilos y felices.

 

¡Ya es hora alma mía!

 

 

 

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03/09/2021

 

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