SILENCIOS QUE SANAN

Hemos aprendido a retirarnos, a hacer una pausa, un silencio.  Durante unos días, de vez en cuando, es útil para evadir las contrariedades, y no nos referimos a evitar resolverlas, sino todo lo contrario, para buscarles solución.

¿Lo has hecho alguna vez? Porque algunos piensan que teniendo las dificultades presentes en todo momento es la mejor forma de buscar una solución, pero hemos experimentado todo lo contrario; si no obsesionamos en resolver los problemas, toman nuestra energía y comenzamos a debilitarnos; es por eso que preferimos retirarnos al silencio, cerrar los oídos a lo externo y escuchar adentro.

Cuando uno se atormenta, se intoxica, la sangre se llena de impurezas, y para que el organismo pueda eliminarlas, hay que dar un poco de respiro a las células.

Todos podemos usar el silencio como un respiro, en cualquiera de sus formas. El silencio siempre traerá respuestas.

Trata de olvidar los problemas por un momento. Si continúas laborando en tu interior, es posible que encuentres una luz que te permita ver la solución; y aunque no la consigas de inmediato, igual le darás la oportunidad a tu cuerpo de liberarse de las toxinas que se acumulan por preocuparnos por los problemas.

Seguimos aprendiendo juntos, meditando para dejar entrar la luz y una nueva melodía en nuestras vidas.

Gracias por ser y estar.

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13/01/2022