LOS RITUALES DEPORTIVOS

 

En líneas generales, un ritual supone un conjunto de acciones con los que se familiariza un sujeto, los cuales están más o menos automatizados.

 

En el deporte, son muchos los rituales que se pueden observar a través de los gestos y acciones sistematizados que muestran los deportistas. Por ejemplo, basta recordar la serie de movimientos repetitivos que un tenista puede hacer antes de cada saque (siempre los mismos y en el mismo orden); o al ver a un futbolista profesional realizando una serie de acciones para vestir sus implementos y ropa deportiva (siempre los mismos y en el mismo orden).

 

Los rituales deportivos están vinculados a todos los deportistas y deportes. Muchas veces los rituales en el deporte están asociados a las “cábalas” que supuestamente han de “brindar suerte y buena fortuna” al deportista en el camino de su mejor rendimiento; pero si el rendimiento deportivo es negativo, la cábala tenderá a cambiar y en consecuencia, lo más probable es que también se cambie el ritual deportivo; así se genera una asociación y dependencia negativa entre “cábala” (suerte), ritual y rendimiento deportivo. A nivel psicológico, dentro de un entrenamiento en habilidades mentales, los rituales poseen utilidades muy importantes. Veamos algunos ejemplos:

 

Rituales pre-competitivos. Justo en los momentos previos a una competencia, un ritual ya entrenado y automatizado ocupa la mente y el cuerpo del deportista de tal forma que no deja paso a pensamientos y sensaciones de duda y descontrol, con lo que se  elude un posible aumento de la tensión o falta de concentración.

 

En los entrenamientos. Los rituales ayudan a los deportistas a introducirse en la práctica, sirviendo como una señal que les indica que han de esforzarse y entrenar con calidad, con lo que potencian su rendimiento y se asume la sesión de entrenamiento de forma consciente.

 

Para el entrenador. Un determinado ritual puede ayudar a fomentar la cohesión grupal entre sus deportistas. Por ejemplo, en el fútbol, el entrenador permite decir las últimas palabras al capitán del equipo antes de salir al campo de juego; en el voleibol, el entrenador deja algunos minutos para que los deportistas conversen y se comprometan a dar todo de sí en la competencia, en el camerino y sin la presencia del entrenador.

 

Sin embargo, a pesar de sus múltiples utilidades, un ritual (una serie ordenada de movimientos, palabras motivantes, entre otros) resulta eficaz, única y exclusivamente cuando el deportista conoce su función y entrena de forma disciplinada (mental y físicamente).  Para que llegue a ser efectivo en entrenamientos y competencias, debe emerger y fluir del deportista de forma automática y estar incorporado en su práctica deportiva como parte de la misma.

 

El rendimiento deportivo debe sustentarse en el esfuerzo y la mejora de capacidades a través del entrenamiento; mientras que los rituales son instrumentos automatizados que han de brindar confianza y seguridad en el desenvolvimiento deportivo. 

 

Finalmente, “las cábalas” pueden ser un elemento adicional de un ritual deportivo, pero no determinante del rendimiento.

 

 

 

 

 

Mg. Franz Rivera Mansilla

Psicosociología Deportiva

franzrivera@hotmail.com

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10/11/2021

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