LA IMPORTANCIA DEL PLEXO SOLAR

 

Omraam Mikhaël Aïvanhov
Maestro de la Fraternidad Blanca Universal
FRANCIA

 

El plexo solar dirige todas las funciones del cuerpo físico; de él dependen la respiración, la eliminación, la nutrición, el crecimiento, la circulación, y el sistema nervioso. A través del plexo solar, el ser humano se comunica realmente con el universo, porque el plexo solar está unido a todo el cosmos. Por lo tanto, es un centro extremadamente importante para nosotros y debemos evitar todo aquello que lo pueda contraer, porque gobierna a su vez la contracción de los vasos sanguíneos y de los diferentes canales del organismo, y cuando la sangre o los demás líquidos circulan mal, se forman depósitos que, con el tiempo, acaban por producir toda clase de molestias.

 

El cerebro y el plexo solar

El plexo solar es un cerebro invertido: en el cerebro, la materia gris está fuera y la materia blanca dentro, mientras que en el plexo solar la materia gris está dentro y la materia blanca fuera. El plexo solar ha creado el cerebro y lo alimenta, lo mantiene, es decir, lo llena de energía, le da fuerza, y cuando deja de hacerlo, el ser humano se duerme, se embrutece, o le duele la cabeza y no puede reflexionar. En realidad, el cerebro no está separado del plexo solar, pero es muy raro que alguien sepa cómo hacer subir las energías desde el plexo solar hasta el cerebro.

 

El cerebro es dinámico, activo, pero se fatiga enseguida si no está sostenido por las energías del plexo solar. Por ello, antes de hacer un esfuerzo intelectual, antes de meditar, de concentrarse, tienen que actuar sobre su plexo solar. Denle un masaje, por ejemplo, en sentido contrario a las agujas de un reloj. Después de algunos minutos sentirán que sus pensamientos se liberan y que se pueden poner a laborar. Es necesario que la actividad se reparta armónicamente entre el cerebro y el plexo solar.

 

 

Los pies y el plexo solar

En ciertas circunstancias de la vida corriente, habrán observado sin duda la existencia de una relación entre los pies y el plexo solar.  Cuando tienen los pies muy fríos, sienten una contracción en el plexo solar, y si comen en este momento, la digestión resulta difícil.  Mientras que si introducen, por ejemplo, sus pies en agua caliente, percibirán una dilatación en el plexo solar; una sensación muy agradable que les produce bienestar.

 

Por lo tanto, cuando se sientan desmagnetizados, inquietos o contraídos, preparen agua caliente, metan en ella sus pies y lávenlos atentamente: con ello actúan sobre el plexo solar dándole fuerza, y su estado de conciencia se transformará inmediatamente.  Si un día, en su casa, no consiguen meditar, tomen un baño de pies y verán cómo se concentran mucho más fácilmente.

 

 

CÓMO REFORZAR EL PLEXO SOLAR

Lo que más perturba al plexo solar y, como consecuencia, a los órganos internos: el hígado, los riñones, el estómago, etc., son el miedo, la cólera, los temores, la duda, el amor desordenado, los pensamientos y sentimientos caóticos; y puesto que el plexo solar es un depósito de fuerzas, la consecuencia de este desorden es una desmagnetización total.

 

Pero aunque el plexo solar se puede vaciar, también se puede llenar, y esto es lo que deben aprender: cómo llenar su plexo solar.

 

Les daré algunos métodos:

 

  1. Cada árbol es un depósito de las fuerzas salidas del sol y de la tierra, y podemos extraer estas fuerzas. Escojan un gran árbol: un cedro, un roble, un haya o un abeto. Arrímense a él colocando su mano izquierda a su espalda, con la palma apoyada en el tronco del árbol, y la derecha sobre el plexo solar. Concéntrense en el árbol pidiéndole que les dé una parte de su fuerza; entonces se produce una especie de transfusión de energías que recibirán a través de su mano izquierda y que cedan mediante la mano derecha al plexo solar. Luego, den las gracias al árbol.
  2. También pueden reforzar su plexo solar si miran y escuchan fluir el agua de un manantial, de una cascada, o de una fuente. En apariencia se trata de un método insignificante pero que da excelentes resultados. El agua que fluye afecta al plexo solar que se pone a trabajar expulsando los materiales nocivos.
  3. Cuando mediten sobre temas elevados y divinos, pueden colocar su mano sobre el plexo solar a fin de llenarlo de fuerzas y de energías que pueden utilizar más tarde. Cuando se sienten llenos de alegría o de fuerza, no lo desperdicien inútilmente en gestos, palabras, pensamientos y sentimientos; utilicen este método: coloquen su mano derecha sobre el plexo solar meditando, y llénenlo silenciosamente con esta fuerza, con esta alegría. Nuestro plexo solar es el banco en el que podemos guardar el dinero que necesitaremos más tarde.  Podemos experimentarlo cada día.

 

 

Extraído del libro “La nueva Tierra”

Autor: Omraam Mikhaël Aïvanhov

Editado por Bien de Salud

con la autorización de Editorial Prosveta

www.prosveta.com

FRANCIA

 

 

11/11/2021

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