EXISTE UN VÍNCULO ENTRE LAS EMOCIONES Y LAS ENFERMEDADES

 

El ser humano es de naturaleza emocional, pues desde que nace y en el transcurrir de cada episodio de su vida, va experimentando distintas circunstancias que le hacen sentir diferentes tipos de emociones, siendo las más básicas, la alegría, la tristeza, el miedo, la ira, la sorpresa y el asco, que dan lugar al resto de emociones complejas, reconocidas por todas las culturas alrededor del mundo, como una especie de lenguaje universal.

 

Pero, ¿sabemos el efecto que producen estas emociones en el cuerpo cuando las experimentamos?

 

Solemos pensar que las emociones son inofensivas, porque cuando las dejamos de sentir, es porque creemos que han desaparecido y las consideramos sensaciones pasajeras que no dejan rastro alguno; pero esto no es así.

 

Cuando surge una emoción definida, se produce una consecuencia directa en el cuerpo físico, pues la emoción activa una parte del sistema nervioso, para preparar una reacción ante ese estímulo que produjo la emoción, como si fuese una especie de mecanismo de defensa.

 

Para obtener ese estímulo en el sistema nervioso (producto de las emociones), el organismo produce o libera unas sustancias llamadas neurotransmisores u hormonas, que transforman esas emociones, en sentimientos y a éstos en lenguaje.

 

Si esas emociones no son bien manejadas, pueden producir en el organismo una somatización, en donde las emociones liberen hormonas  tóxicas que produzcan trastornos orgánicos y funcionales; es decir, reacciones que pueden producir síntomas físicos molestos, desde reacciones alérgicas, asma, tics, diarrea, pérdida de cabello, úlceras, etc., hasta dolores de cabeza, estómago, náuseas, o inclusive enfermedades severas de difícil detección.

 

Tales reacciones o trastornos somáticos, que no tienen una causa física que las produzca, serán distintas en cada organismo, dependiendo de la persona que la padezca y su capacidad de autorregular sus emociones, por lo que surge la importancia de manejar algo llamado Inteligencia Emocional, que brinda al individuo herramientas esenciales de la vida, para poder reaccionar de un modo inteligente a los distintos estímulos emocionales que debemos afrontar, los cuales no podemos esquivar pues juegan un papel protagónico en el día a día, y por ende, deben ser manejados de manera positiva para que la incidencia en nuestra vida y en nuestro cuerpo sea igualmente positiva.

 

Es por ello fundamental en primer lugar, tomar conciencia y reconocer que somos responsables de las emociones que sentimos, pues traerán consecuencias no solo en nuestro cuerpo, y que dependerán de nosotros exclusivamente, sino que a su vez, producirán consecuencias en nuestro entorno, porque vivimos en una sociedad en la que no somos ajenos al sentir de quienes nos rodean.

 

Cada acción genera una reacción; un malestar emocional, puede generar una reacción negativa en nuestra parte emocional y en nuestra parte física, enfermando el cuerpo, y además, puede generar un malestar en las personas con las que entramos en contacto, desde nuestros seres queridos hasta personas desconocidas, generando reacciones negativas en cadena.

 

El mundo necesita más amor, más empatía, más salud y más alegría, para poder equilibrar la época difícil que actualmente estamos atravesando. Por ello, es fundamental tomar acción en responsabilizarnos de nuestras emociones; no escondiéndolas, ni evitando sentirlas, sino reconocerlas para aprender a manejarlas inteligentemente, y así, tomar el control y la responsabilidad de nuestra individualidad, para crear ecos positivos en nuestras vidas y en el mundo entero. 

 

 

 

Fuentes de información:

blog.elartedesabervivir.com

es.wikipedia.org

psicologiaymente.com

01/06/2021

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