CAMINAR ES UNA BUENA FORMA DE EVITAR ENFERMEDADES POR SEDENTARISMO

 

La era tecnológica en la que vivimos, nos ha hecho convertirnos en personas cada vez más sedentarias, lo que ha acrecentado las tasas de mortalidad mundial, cuyas cifras rondan en más de 3 millones de personas al año según la Organización Mundial de la Salud (OMS), quienes consideran la falta de actividad física, como el cuarto factor de riesgo de mortalidad a nivel global.

 

Las consecuencias de llevar una vida sedentaria son muy graves, pues aumenta el riesgo de mortalidad de un 20% a un 30% en relación a las personas que sí llevan un ritmo de vida combinado con actividades físicas; pues agrava el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como las cardiovasculares, cáncer y diabetes, entre muchas otras.

 

Pero, ¿es posible luchar contra la falta de actividad física en los tiempos actuales, en los que no solo nos consume la tecnología, sino la crisis por la pandemia mundial que nos ha limitado nuestro libre desplazamiento? La respuesta es que sí es posible.

 

Según la OMS, la actividad física debe entenderse como “cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que exija gasto de energía”; y señala que unos niveles adecuados de actividad física regular, proporcionan beneficios en la salud, como la “reducción del riesgo de hipertensión, cardiopatía coronaria, accidentes cerebrovasculares, diabetes, cáncer de mama y colon, depresión y caídas; una mejora de la salud ósea y funcional, así como un equilibrio calórico y control del peso”; recomendando que la actividad física moderada en los niños y adolescentes de 5 a 17 años de edad, sea de 60 minutos diarios; y que en los adultos mayores de 18 años de edad, sea de 150 minutos semanales, combinados con actividades que fortalezcan los músculos y huesos.

 

A este respecto, podríamos entender entonces, que el movimiento es un sinónimo de salud; y en tal sentido, debemos y podemos aprovechar cualquier ámbito en el que nos desarrollemos para lograr que nuestro cuerpo se ejercite, y así, evitar caer dentro de la población en riesgo de sufrir graves enfermedades; pudiendo aprovechar el esfuerzo que realizamos mientras ejecutamos las actividades diarias cotidianas, como el que empleamos en el trabajo, las actividades domésticas, y hasta las actividades recreativas como viajar y jugar.

 

Son variadas entonces, las opciones que podemos aprovechar para ejercitarnos incluso desde nuestros propios hogares, siendo algunas de ellas la práctica del yoga, el baile, las caminatas, los aeróbicos, entre otras.

 

Con respecto a caminar, se podría decir que es uno de los mejores ejercicios moderados para mantenernos activos y saludables, ya que no es de alto impacto, y por tanto no hay riesgos de lesiones en el cuerpo y es algo que podemos hacer sin mayor esfuerzo, incluso mientras desempeñamos nuestra vida diaria, en donde podemos cambiar ciertos hábitos que nos permitan realizar esta actividad, como el sustituir los elevadores por las escaleras y evitar usar los vehículos para diligencias cercanas, etc., manteniendo así, una vida dinámica que nos proporcione bienestar.

 

La tecnología actualmente nos brinda herramientas muy cómodas como los podómetros integrados en los teléfonos o relojes inteligentes, que nos ayudan a motivarnos y conocer los pasos diarios que damos, llevando un control sobre la actividad física que estamos ejecutando; por lo que es una buena opción para monitorear nuestros ritmos y saber si estamos alcanzando los niveles óptimos de actividad regular o conocer si estamos aprovechando el esfuerzo que hacemos en las actividades cotidianas.

 

Hay quienes creen que para que la caminata tenga un efecto importante sobre nuestro estado de salud, debe ser intensa; sin embargo, la OMS ha recomendado un número de 10.000 pasos diarios, que equivalen a 7 kilómetros diarios, para considerarnos personas activas; por lo que si se cumple esta meta, ya se estará dentro de este rango, destacando que una persona sedentaria puede alcanzar tan solo un promedio de 3.000 a 4.000 pasos diarios, con lo cual, se puede tener una referencia y una meta diaria que cumplir si se elige esta opción.

 

Finalmente, es importante recalcar que de nada servirá llevar una vida con una buena actividad física diaria, si no se combina con una alimentación saludable y balanceada. Ambas deben ir de la mano, para que el efecto sobre la salud sea eficaz; pues es igualmente determinante la incidencia de lo que consumimos, sobre nuestro cuerpo.

 

 

Fuentes de información:

osinsa.org

who.int

20minutos.es

Abc.es

13/09/2021

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