BENEFICIOS DE INCENTIVAR LAS ACTIVIDADES FÍSICAS DESDE LA NIÑEZ

 

Dado que el sedentarismo y la falta de actividad física constituyen una de las principales tasas de mortalidad a nivel mundial, ya que traen como consecuencia un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas, vemos entonces la importancia de incluir este hábito en la vida cotidiana de las personas, para tener una vida activa y saludable.

 

Al tratarse de un hábito que proporcionará salud, bienestar y una mejor calidad de vida en las personas, lo ideal será que sea inculcado desde la niñez, ya que es una etapa en la que los niños aprenden con mucha facilidad toda la información nueva que se les presenta día a día, lo que les ayudará a adoptar esta disciplina de manera consciente y sin mucho esfuerzo, entendiendo que les brindará una vida saludable.

 

Un hábito adoptado en la niñez, será un hábito de fácil ejecución durante toda la vida; y por tal razón, los padres y representantes tendrán que incluir la actividad física, como una más de las tantas prioridades de conforman la lista de prioridades académicas, y que será de gran beneficio para contrarrestar la era tecnológica en la que vivimos, en donde los equipos inteligentes capturan la atención de niños y adultos, haciendo que estos sean más propensos al sedentarismo y a sufrir la tan temida obesidad infantil.

 

Una de las ventajas en este aspecto, es que los niños tienen como instinto natural el de jugar, saltar y divertirse todo el día y con cualquier cosa, por lo que es muy fácil introducir este hábito a temprana edad, ya que cualquier actividad que ejecuten durante sus horas de juego y que impliquen movimiento físico que les ayude a fortalecer sus músculos y huesos, será contado como actividad física, siempre que contengan los tres elementos básicos para estar en forma: resistencia (como los ejercicios aeróbicos), fuerza (como las flexiones, abdominales y demás ejercicios de tonificación) y flexibilidad (como los estiramientos).

 

El Comité de Expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha elaborado unas directrices sobre la actividad física, el sedentarismo y el sueño, en niños menores de 5 años, cuyo cumplimiento contribuirá con el desarrollo motor y cognitivo de los niños y sobre su salud a lo largo de su vida. En las mismas se establece lo siguiente:

 

Actividad física en menores de 1 año

- Deben estar activos físicamente durante varias veces al día, sin estar más de una hora seguida sujetos a algún elemento como carritos, coches, etc., y tener un sueño de buena calidad de 12 a 16 horas. No se recomiendan actividades sedentarias frente a pantallas.

 

Actividad física en niños de 1 y 2 años

- Deben realizar actividades físicas de por lo menos 180 minutos diarios, distribuidos en el día, sin estar más de una hora seguida sujetos a algún elemento como carritos, coches, etc., y tener un sueño de buena calidad de 11 a 14 horas. Tampoco se recomiendan actividades sedentarias frente a pantallas en niños de 1 año, siendo que para los niños de 2 años, el tiempo frente a las pantallas no deberá ser superior a una hora diaria.

 

Actividad física en niños de 3 y 4 años

- Deben realizar actividades físicas de por lo menos 180 minutos diarios, distribuidos en el día, sin estar más de una hora seguida sujetos a algún elemento como carritos, coches, etc., y tener un sueño de buena calidad de 10 a 13 horas. Tampoco se recomiendan actividades sedentarias frente a pantallas, superior a una hora diaria.

 

Actividad física en niños y adolescentes de 5 a 17 años

- Deben realizar actividades físicas moderadas o intensas de 60 minutos diarios o más, distribuidos en el día, combinados con actividades de fortalecimiento de músculos y huesos, durante al menos 3 veces a la semana.

 

El desarrollo de las actividades físicas a muy temprana edad, les proporcionará a los niños los siguientes beneficios: “huesos y músculos más fuertes, menos probabilidad de tener sobrepeso, menos probabilidad de desarrollar diabetes tipo 2, una tensión arterial y colesterol más bajos y una actitud más positiva ante la vida”.

 

Sin embargo, es fundamental combinar la actividad física, con el hábito de consumir una dieta saludable y balanceada. Solo así, se podrán formar adultos con hábitos sólidos que contribuyan a disfrutar de un estilo de vida saludable y de calidad.

 

 

 

Fuentes de información:

kidshealth.org

who.int

 

18/10/2021

Compártelo