BAILAR RETRASA EL ENVEJECIMIENTO

 

 

Envejecer no es fácil, pero es una etapa más de la vida que debemos aceptar y tratar de llegar a ella en el mejor estado físico y mental para evitar las molestias típicas de los adultos mayores.

 

Todos sabemos que al llegar a una edad avanzada aparecen las arrugas, el tejido de la piel tiende a caer por efectos de la gravedad, y aunque los cambios estéticos no son agradables, quizás son los menos importantes a tener en cuenta; lo que realmente es preocupante son los malestares que se presentan por efectos de la edad y que nos van haciendo sentir cada vez menos independientes por razones obvias.

 

Ahora bien, aunque no podemos evitar la vejez (si nuestra vida se prolonga), lo que sí podemos hacer es tomar algunas medidas para pasar esta etapa de la mejor manera posible, y una de ellas es divertidísima y sana: bailar. Sí simplemente bailar.

 

Bailar nos hace sentir felicidad, y la gente feliz se mantiene más joven que otros de su edad. Es más, varios estudios han determinado que bailar es una de las mejores opciones que podemos elegir para alejar el envejecimiento porque al bailar se pone en movimiento todo nuestro cuerpo, mejorando la salud ósea y muscular.

 

Los científicos de la Universidad Masaryk de Brno, en República Checa, reunieron a un grupo de personas de la tercera edad que acuden a un centro de baile de la ciudad e investigaron los beneficios del baile en el envejecimiento. Luego de observarlos por varios meses determinaron que esta actividad es de gran ayuda física y mental en los adultos mayores.

 

El estudio explica que bailar eleva el rendimiento mental, disminuye el riesgo de perder la memoria y desarrollar la temida demencia senil; en pocas palabras, el baile tiene un gran impacto benéfico en la salud cerebral. Las personas objetos de este estudio superaban los 70 años y acudían varias veces a practicar varios ritmos que les ofrecía su instructora; estos eran ritmos sencillos y se les permitía conversar mientras bailaban para que sincronicen ambas actividades, sin dejar de concentrarse en una de ellas.

El estudio tiene como objetivo explorar la plasticidad cerebral antes y luego de bailar utilizando herramientas diagnósticas como la resonancia magnética. Por otro lado, monitoreaban constantemente a las personas objetos del estudio quienes afirmaron que se sentían muy bien desde que empezaron a bailar de manera regular. Incluso una de las participantes indicó que luego de varias sesiones de baile realiza sus compras sin anotarlas previamente, ya que su capacidad de recordar ha mejorado notablemente. También mencionó que mejoró su habilidad de relacionar las caras con los nombres de las personas. Finalmente dijo que luego de bailar se sentía más feliz y lúcida que antes.

 

 

Fuente de información

ignisnatura.org

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