HÁBITOS ALIMENTICIOS

 

 

Elegir alimentos es un proceso voluntario y educable, condicionado por diferentes factores externos:

Hábitos alimenticios poblacionales. Se adquieren desde la infancia y son difíciles de modificar. Es importante conocer los hábitos alimenticios del lugar, para construir la dieta en base a esos datos. Los alimentos que se consumen mucho en una zona, pueden ser poco consumidos en otra, aunque estén disponibles, simplemente por falta de costumbre.

Factor económico.  Generalmente guarda una relación directa con el valor nutritivo.  Una buena alimentación no es cara; al contrario, nuestra sociedad muestra un déficit en la ingesta de alimentos baratos. En sociedades más pobres sí es un factor limitante, ya que esta pobreza va a establecer restricciones para conseguir alimentos.

Factores religiosos.  De gran importancia en determinados países.

Factores internos.  Pueden ser genéticos o fisiológicos.

 

ALIMENTOS FUNCIONALES

La industria alimentaria está desarrollando métodos cada vez más sofisticados para controlar y alterar la estructura física y la composición química de los alimentos, con la intención de dar a estos productos un nuevo valor añadido desde el punto de vista de la salud.

Los aspectos que intentan mejorar se relacionan primordialmente con la obesidad (exceso de calorías), la colesterolemia  y la ateroesclerosis (calidad de grasa ingerida), la hipertensión (contenido de sodio en la dieta), la osteoporosis (bajo contenido de calcio), la anemia (deficiencia del contenido de hierro), etc.

En consecuencia, se ha generado un nuevo concepto para diferenciar a los alimentos y productos modificados para estos fines específicos, el de “Alimentos funcionales”, a los que la bromatología define como: todos aquellos alimentos a los que se le ha añadido o eliminado un ingrediente por medios tecnológicos o biotecnológicos, o a los que se les ha modificado su estructura química o biodisponibilidad de nutrientes, o en combinación de estos factores.

Sus particularidades son:

  • Tienen propiedades nutritivas y benéficas para diversas funciones del organismo.
  • Previenen o disminuyen el riesgo de contraer enfermedades.
  • Mejoran el estado de salud.
  • Su consumo posee menos efectos nocivos que los naturales.

Entre ellos tenemos:

Probióticos. Microorganismos vivos adicionados a un alimento que, en concentraciones óptimas, ejercen efectos benéficos sobre la salud humana. En su mayoría son bacterias acido-lácticas y algunas especies de levaduras que constituyen un importante porcentaje de la flora autóctona del intestino humano.

Prebióticos. Sustancias químicas que actúan favorablemente sobre la flora intestinal, estimulando su desarrollo e induciendo un efecto positivo sobre el estado de salud del organismo.  Se incluyen a las fibras, diversos tipos de oligosacáridos, la inulina, la lactulosa y otros compuestos.

Entre ambos, constituyen un complejo simbiótico. Al ser agregados a un alimento conforman un buen ejemplo de alimento funcional.

Es importante destacar, que en todos los casos, se consideran como alimentos mientras son incorporados a través de una dieta normal; no si se da el nutriente aislado en una pastilla o cápsula.

 

ALIMENTOS INTEGRALES

Son todos aquellos de origen vegetal o mineral que contienen en su composición, aportes energéticos y nutritivos para el organismo, y que tienen cualidades sensoriales (color, aroma, sabor, etc.) que estimulan nuestros sentidos y que además de nutrir, satisfacen el apetito, constituyendo un estímulo psicofísico, con significado emocional y que actúan como factor de integración social.

 

 

CONSEJOS FINALES

Consideramos que no existe nada mejor que ingerir los alimentos en su estado natural y mientras más orgánicos, sus beneficios y aportes nutricionales serán los mejores para nuestra salud. Además, es importante consumir una dieta de alimentos muy variados para cubrir las necesidades de todos los nutrientes.  Hay que comer de todo un poco, pero sin abusar de nada.

 

15/04/2021

 

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