UN PASEO POR EL PRADO

 

 

Hace mucho tiempo, cuando sentí de que este era el camino que debía seguir, me encontraba transitando otro sendero. Tenía 17 años y cursaba el primer ciclo de estudios generales en una conocida universidad de la ciudad. Estaba maravillada con el tema de la energía, los ángeles, la sanación y mi mente revoloteaba entre mis clases de metafísica y meditación y los cursos que correspondían a la facultad que elegí: Administración de Empresas.

 

Un día llegue a mi casa entusiasmada con unas clases de Raja Yoga en las que se suponía debía mantener mi mente lo más ligera y vacía posible, para luego elegir un tema a reflexionar. Yo trataba de mantener la atención en un punto, respirar pausada y profundamente y seguir las recomendaciones de mi profesor cuando de pronto me quedé dormida y tuve uno de los sueños más increíbles e inspiradores que he tenido hasta hoy.

 

Estaba en un prado, era un lugar lleno de verdor y de luz. Caminaba sola y despreocupada por una zona desconocida pero al mismo tiempo familiar cuando, de repente, me encontré con alguien. Fue un momento maravilloso, mágico y que cambio toda mi vida. Era un ángel, un guía, que se acercó a mí para decirme que más adelante, yo ayudaría a la gente haciendo lo que más amaba y que me estaba preparando día a día mientras aprendía más y más sobre estos “hobbies y pasatiempos”.

 

Nunca olvidé el sueño y cómo me sentí en ese lugar, así que cuando empecé a recibir pacientes y atender consultas, recordé esta experiencia y quise compartirla pensando que quizás había otras personas que necesitaban visitar el prado y recibir algún mensaje especial, o simplemente tener un momento de paz. Y por eso, esta es la visualización/meditación guiada que más uso en el consultorio, y que ahora comparto con mucha felicidad con todos ustedes.

 

En cuanto tengan un momento libre, siéntense cómodamente o recuéstense, respiren profunda y pausadamente y empecemos:

 

 

“Visualiza un prado, es un sitio lleno de luz, un lugar lleno de paz…

 

La sensación de estar ahí es de extrema tranquilidad, de mucha calma.

 

Rodead@ de mil colores y de una brisa fresca, caminas por este mágico lugar hasta encontrar un espacio perfecto para descansar y te recuestas en la hierba.

 

Sientes que todo lo que pesa, se va. Se escurre por tus dedos.

 

Llénate de esta energía pura, limpia y brillante.

 

En paz, en calma, empiezas a tomar conciencia del hermoso cielo que está sobre ti. Observas miles de estrellas y luces, aunque aún de día, ya se pueden apreciar.

 

Descansa ahí el tiempo que necesites, déjate llevar por toda esa paz.

 

Al terminar, guarda una imagen mental del lugar donde estás.

 

Recuerda la tranquilidad, la brisa, los colores y las sensaciones, para que puedas volver cuantas veces quieras, o cuantas veces lo necesites.

 

Ahora respira, mueve suavemente las manos y los pies. Abre los ojos, ya estás aquí”

 

¡Bendiciones para todos!

 

 

Si desean orientación sobre las diversas terapias sanadoras que les puedo ofrecer, les dejo los siguientes datos:

 

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Teléfono: 936 018 127a

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