LA UTILIDAD DE LOS ENEMIGOS: TRANSFORMANDO EL MAL

 

 

En lugar de quejarse, traten de comprender por qué razón algunas personas provocan acontecimientos desagradables en su existencia. Quizás esas personas han sido enviadas precisamente por el mundo invisible para darles lecciones, para hacerlos comprender ciertas verdades, para obligarlos a mejorar…

 

Entonces, ¿por qué no utilizar estas ocasiones? En lugar de rumiar ideas de venganza, en lugar de rebelarse pensando que el cielo ya debería haber exterminado a su enemigo…e incluso de que acabe vengándose de otros que son inocentes, como ocurre frecuentemente en la vida, aprovechen esta ocasión para laborar sobre ustedes mismos.

 

Aunque alguien se comporte mal con ustedes, deben aprender a comportarse bien con él. Y la primera cosa que hay que hacer para conseguir eso, es buscar las lecciones que pueden sacar de estas circunstancias desagradables. Lo peor para el ser humano es vivir con sentimientos negativos con respecto a los demás. Deben saber que las corrientes de nuestra vida psíquica, antes de alcanzar a los demás, empiezan a atravesarnos a nosotros mismos. Si estamos animados por sentimientos de bondad, seremos los primeros en aprovechar esa bondad, y si somos malintencionados, nos envenenaremos nosotros mismos. Dicen: “Estoy furioso contra éste o aquél, ¡va a ver quién soy yo!” Bien, lo comprendo, pero serán ustedes los primeros intoxicados por su propia ira.

 

Todo lo negativo que reciben de los demás – críticas, manifestaciones de odio – deben intentar transformarlo. Son como guijarros que hay que tratar de transformar en piedras preciosas. Ésta es la verdadera alquimia. Puesto que la tierra es capaz de hacerlo, ¿por qué no lo haremos nosotros? Lo esencial es pensar en ello. Un ser humano posee todas las fuerzas y todos los poderes: incluso posee dentro de sí la piedra filosofal que transforma todos los metales en oro. Mientras no tengan este punto de mira se sentirán desgraciados, abrumados, y la menor palabra negativa que les digan los derrumbará.

 

 

 

 

Extraído del libro “Reglas de oro para la vida cotidiana”

Autor: Omraam Mikhaël Aïvanhov

Editado por Bien de Salud

con la autorización de Editorial Prosveta www.prosveta.com

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