LA PUREZA PERMITE EL CONTACTO CON EL MUNDO DIVINO

 

Se quejan de que el Cielo es sordo, cruel, y no responde a sus llamadas…En realidad, están sumergidos en el mundo divino y si se sienten tan aislados, tan separados de él, es porque con sus pensamientos y sentimientos inferiores han formado capas opacas que, como una pantalla, les impiden entrar en comunicación con él.  Si deciden trabajar con ustedes mismos para purificarse y volver sus cuerpos sutiles, receptivos y sensibles, se darán cuenta que no existe en realidad ninguna separación entre el Cielo y ustedes.

 

Es muy importante para una persona espiritual saber eliminar las impurezas de su organismo físico, por lo que los ejercicios de purificación deben ocupar el primer lugar en su vida, y no solo la purificación por medios físicos: los ejercicios respiratorios, las abluciones, el ayuno, etc., sino la purificación por medios espirituales: la concentración, la oración.

 

Gracias a estos ejercicios, introducen en sí mismos una sustancia que disgrega todos los elementos extraños y nocivos para que la vida divina pueda empezar de nuevo a circular. Por eso, cada día, varias veces al día, piensen en la limpieza, en la purificación.  Hagan fluir el agua en ustedes, el agua pura del Cielo. Esta pureza no solo les aportará todas las bendiciones sino que su presencia será a la vez benéfica para los demás: harán el bien a todas las criaturas con las que se encuentren, las iluminarán y las pondrán en comunicación con el Cielo.

 


 

Extraído del libro “Reglas de oro para la vida cotidiana ”

 Autor: Omraam Mikhaël Aïvanhov

Editado por Bien de Salud

con la autorización de Editorial Prosveta

www.prosveta.com

FRANCIA

 

06/05/2021

Compártelo