ENTREVISTA A ANDRÉ VERGARA, AUTOR DEL LIBRO “AYAR, EL VIAJERO UNIVERSAL”

Los que laboramos en la revista Bien de Salud conocemos muy bien a André Vergara, pues colaboró durante un buen tiempo como redactor de nuestra revista cuando se editaba en físico y sus artículos siempre fueron concisos, bien investigados, de fácil lectura, es decir muy bien hechos. Por esos azahares del universo, luego de un buen tiempo, nos volvemos a encontrar con André, pero esta vez con motivo de la publicación de su primer libro “Ayar, el viajero universal”…

 

 

P.B.D.S.: Buenos días André, es un gusto volver a encontrarnos, pero esta vez para que nuestros lectores conozcan un poco más de “Ayar, el viajero universal”. Lo he leído y he quedado encantada con la trama y la narración, pero sobre todo por el mensaje que transmite la historia. En primer lugar cuéntanos que se siente publicar tu primer libro y que además haya tenido una gran acogida.

 

ANDRÉ VERGARA: Ante todo, muchas gracias por el tiempo y el espacio que me brindan para dar a conocer mi arte. Bien de Salud me abrió las puertas al mundo laboral de Lima (pues yo vengo del sur, de Cusco), y por ello siempre recuerdo mi paso por la revista con muchísimo cariño y gratitud. ¿Qué se siente publicar un libro por primera vez? Para alguien que ama escribir, como yo, se siente como pisar la luna, la luna de los sueños que se hacen realidad. Y la sensación es cada vez más gratificante cuando me entero que amigos, familiares y lectores en general, se animan a leer la novela.

 

 

P.B.D.S.: André, ¿es difícil publicar un libro en nuestro país cuando aún no eres una figura pública o famosa?

 

A.V.: Es complicado por muchas razones. Uno está obligado a invertir en sí mismo, ya que las editoriales no suelen apostar por escritores nuevos, más aún cuando no eres una persona pública (a no ser que seas un prodigio de la literatura, y yo no lo soy: simplemente me considero alguien con un profundo deseo por narrar historias). En mi caso, tuve que tocar muchas puertas, mandar muchos correos, hacer numerosas llamadas. En fin, es una suerte de ensayo y error en la búsqueda de aquel lugar que apueste por tu apuesta personal.

 

 

P.B.D.S.: ¿Cómo nace la idea de “Ayar, el viajero universal”? ¿Es una historia que ya tenías en mente o la idea surgió de repente, como una inspiración súbita?

 

A.V.: En realidad, las dos cosas. Pues, Ayar, originalmente, nació como un proyecto aún más sencillo. Pero, Lucho Zúñiga (el editor de la novela), me propuso cambiarlo todo.

 

Mi meta de este año era llegar a la Feria Internacional del Libro de Lima, y para ello había preparado, a lo largo del 2017, un proyecto sencillo: un libro de reflexiones. La idea fue bien recibida por un grupo de editoriales, pero el Grupo Editorial Estación la Cultura, a través de Lucho Zúñiga, me propuso crear una historia tomando como base la idea inicial.

 

Acepté la propuesta, pero no sabía exactamente qué historia escribir. Y debía pensar rápido porque el calendario ya estaba en mi contra (hablo de inicios del 2018). Entonces, una noche, mientras veía un programa sobre viajes intergalácticos, se me ocurrió la idea de crear una historia acerca de viajes en el tiempo utilizando la momificación y plantas sagradas.

 

P.B.D.S.: Entonces, fueron una serie de eventos afortunados los que te llevaron a escribir esta singular novela. Por otro lado, me acabas de manifestar que se te ocurrió la idea de juntar los viajes en el tiempo con la momificación y las plantas sagradas, y eso me parece maravilloso porque el relato de la novela empieza con nuestra cultura, con nuestros ancestros y sus ritos sagrados ¿nos puedes explicar cómo se conectan los viajes en el tiempo con estos elementos?

 

A.V: Ya se han hecho diversas historias sobre viajes en el tiempo utilizando máquinas sofisticadas, llenas de luces y botones. Se me ocurrió hacer algo diferente: una historia de viajes a través del tiempo utilizando el espíritu. Entonces, ¿cómo podría hacerse algo así? Pensé en los rituales con plantas sagradas, y en las culturas que habitaron el Perú precolombino, las cuales representan grandes misterios para la humanidad.

 

En el programa sobre viajes intergalácticos decían algo que me ha llamado la atención desde hace varios años: el espíritu tiene la facultad de trascender el tiempo y el espacio; bajo esa lógica, supuestamente, los extraterrestres (en espíritu) son capaces de realizar viajes de miles de años luz.

 

Pensé entonces en aplicar esa misma lógica para el libro, pero mediante el uso de plantas sagradas en rituales organizados, en los que sería posible contactar con las reencarnaciones de una persona sacrificada y momificada (que en este caso es Ayar).

 

P.B.D.S.: Sabemos que, entre tus múltiples facetas, aparte de comunicador social eres terapeuta holístico y consejero en descodificación biológica, la pregunta es ¿te ayudó todo este conocimiento y experiencia en la elaboración del libro?

 

A.V.: Claro que sí. Yo considero que, más allá de mi profesión como comunicador, haber estudiado terapias alternativas y descodificación biológica fue una especie de preparación a nivel emocional, y también a nivel espiritual. Dichas experiencias me ayudaron en muchos sentidos, como redescubrirme, reconocer mi mundo interno y mi verdadera esencia como escritor.

 

 

P.B.D.S.: ¿Te identificas con el protagonista, lo relacionas con alguien que conociste en algún momento de tu vida, o solo consideras que es un personaje creado para transmitir el mensaje del libro?

 

A.V.: Ayar es un protagonista atípico, pues está presente en la novela de una manera muy cambiante. Cambia de cuerpo y cambia de siglo conforme avanzan los capítulos. Nunca es el mismo: es Barrabás, es Ptolomeo, es Vasco Núñez de Balboa, es muchos otros más (y fue muchos otros también). Ayar, en realidad, representa a la humanidad a través de la historia. Pero a esa humanidad que está en una constante búsqueda de respuestas trascendentales. Yo siento que formo parte de ese grupo de personas que se parece mucho a Ayar (en sus distintas versiones); personas que no se conforman y que buscan respuestas (aunque a veces se equivoquen).

 

 

P.B.D.S.: En el libro afirmas que todos somos viajeros, y estoy de acuerdo contigo porque estamos de paso por la vida ¿Cómo crees que debería ser nuestro viaje para mejorar espiritualmente aunque estemos atrapados, por el momento, en un cuerpo físico?

 

A.V.: Vale especificar que yo no profeso ninguna religión. Sin embargo, respeto e intento poner en práctica lo mejor de cada una de ellas. En un momento de la novela se hace referencia a una de las más grandes enseñanzas que nos ha dejado el maestro Jesús. Al menos para mí, es su más grande enseñanza.

 

“Ama al prójimo como a ti mismo”, nos dijo, y tal vez no somos conscientes de que la palabra prójimo significa “próximo”. Es decir, yo pienso que nuestro paso por el mundo debe ser un constante amor por nuestro próximo, por el que está a nuestro lado. La vida es un viaje en conjunto, aunque nunca debemos olvidarnos de que la persona más cercana a uno siempre será uno mismo.

 

P.B.D.S.: Aparte de la historia, me gustó tu manera de escribirla, te saltas de un tiempo a otro con bastante facilidad y a pesar de ello el lector no se pierde en la trama, ¿lo planeaste de esa manera o simplemente fluyó así?

 

A.V.: En realidad, se planificó bastante, a pesar del corto tiempo que tenía para poder llegar a la feria del libro. Con Lucho Zúñiga vimos la forma de que la novela sea atrevida, pero al mismo tiempo digerible. Y poco a poco, fue fluyendo. También tomó mucho tiempo investigar sobre los personajes históricos del libro, como Fa Xian e Ibn Battuta. Espero que los historiadores disfruten con la pequeña reinvención de la historia que me atreví a hacer.

 

P.B.D.S.: André, ¿por qué elegiste a determinados personajes de la historia que aparecen en tu libro? Por ejemplo, ¿por qué Barrabás en vez de Jesucristo? ¿Por respeto?, ¿porque desde nuestro estado de conciencia no podemos vislumbrar a Jesús en toda su dimensión, o por algún otro motivo?

 

A.V.: Elegí personajes históricos que se caracterizaron por ser viajeros, como Ibn Battuta, que es considerado el mayor viajero del mundo musulmán. También está Fa Xian, quien fue un peregrino de la china antigua; está Vasco Núñez de Balboa, quien fue el primer europeo en ver el océano pacífico. También decidí incluir personajes históricos cuyos conocimientos fueron universales en su momento, como sucedió con Ptolomeo (su sistema geocéntrico estuvo vigente por catorce siglos). Pues, el objetivo de Ayar, básicamente era recabar información a través de sus viajes a otros tiempos. Barrabás, por su parte, es universal por antonomasia. Pensé en él como un arquetipo que me ayudaría a plasmar la idea central del libro: amar al próximo como a uno mismo. Creo que en él recayó, de manera alegórica, el dilema de elegir entre hacer el bien o el mal.

 

P.B.D.S.: Algo cambia dentro de cada personaje de la historia, en algunos solo por unos instantes y en otros para toda la vida, y en cierta forma eso sucede debido al estado de evolución de cada persona. ¿Qué nos quieres transmitir con esas experiencias?

 

A.V.: Para que se den determinados cambios, los factores son diversos. Por ejemplo, Barrabás cambia radicalmente porque su encuentro con Jesús es bastante intenso, abrumador. En el caso de los demás personajes confluyen factores como la duda, el miedo, la pérdida, el nivel de consciencia, y simplemente el final puede quedar abierto para que el lector saque sus propias conclusiones, como en el caso de Ibn Battuta.

 

 

P.B.D.S.: No vamos a adelantar la trama del libro, pero como el título lo afirma, tiene que ver con viajes en el tiempo, ¿crees que los seres humanos lograremos hacerlo algún día? Me refiero a realizar viajes hacia el pasado o el futuro físicamente, es decir, ¿crees que la ciencia encuentre la manera de hacerlo?

 

A.V.: Tal vez la ciencia lo logre algún día. Y podría ser el mejor o el peor invento del mundo dependiendo de las manos en las que caiga. En la novela justamente se aborda este dilema.

 

P.B.D.S.: Definitivamente estamos seguros de que los lectores encontrarán un mensaje más profundo que viajar en el tiempo a pesar de lo que eso podría significar para la humanidad ¿ese es el propósito de esta historia?, ¿transmitir un mensaje urgente para nuestros tiempos?

 

A.V.: Para este proyecto, sí me interesó muchísimo transmitir un mensaje. Mi objetivo era dar a conocer mi manera de ver el mundo, como un aprendiz que ve en los otros sus propias virtudes y defectos. Podríamos viajar a través del tiempo y conocer innumerables maravillas, pero nada de ello sería valioso si no aprendemos a cuidar de nosotros mismos, y a respetarnos los unos a los otros; si no preservamos nuestro planeta, y las distintas formas de vida con las que cohabitamos.

 

P.B.D.S.: André, realmente ha sido un placer conversar con una persona tan especial como tú y solo nos queda invitar a nuestros lectores a leer tu novela para que vivan a través de la imaginación y del corazón el viaje de Ayar. Esperamos que pronto nos sorprendas con un nuevo libro que nos inspire a seguir este viaje que es la vida de la manera más adecuada para nuestro desarrollo emocional y espiritual.

 

 

Si desean adquirir el libro Ayar, el viajero universal, pueden acercarse a las siguientes librerías: Ibero Librerías Librería El Virrey FCE en Perú Escena Libre Librería Communitas

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