EL FUTURO DEL CEREBRO

 

 

Lo cierto es que las funciones del cuerpo se adaptan a las medidas del medio externo. El exterior, por su parte, posee desequilibrios e inconstancias correspondientes a determinadas causas.

 

Numerosos grupos afirman que las conductas de la naturaleza y nuestra relación con la misma trascienden las barreras impuestas por métodos científicos y la materia.

 

En estas nociones se funda la lógica de la espiritualidad. Mucho se ha considerado si realmente somos seres inmanentes o trascendentes. Sería efectivamente una propuesta desalentadora considerar nuestro deceso como el final de nuestra consciencia.

 

 

El universo no desperdicia la materia que se pierde. Y, en este punto, se plantea una interrogante:

 

¿Adónde se dirigen las personas después de la muerte?

 

¿Dónde se encuentran aquellos que desaparecen?

 

¿Están realmente nuestras consciencias y pensamientos conectados?

 

En este artículo nos será imposible responder con certeza estas interrogantes. Sin embargo, esta falta de respuestas no debe evitar realizar las preguntas y de reflexionar al respecto.

 

En este caso, Bien de Salud los invita a descubrir algunos de los misterios de la telepatía, un medio de conexión espiritual que se inicia en la mente y, por esa misma razón, en el cerebro mismo.

 

 

EMPECEMOS…

 

¿Qué es exactamente la telepatía?

El proceso de la telepatía es un medio de transmisión de contenidos psíquicos que inicia en el cerebro de cada individuo. Se puede desarrollar entre dos o más personas, y es una conversación para la cual no interviene el empleo de agentes físicos.

 

Por su naturaleza, extrasensorial, es considerada una disciplina anómala que produce un excesivo agotamiento para el practicante de la misma.

 

Dentro de las consideraciones científicas, muchos laboratorios y estudios refutan su papel en el hallazgo de información legítima. Sin embargo, existen casos irrefutables de su contribución durante procesos de investigación policial.

 

Generalmente se vincula la telepatía con fenómenos de origen paranormal.

 

¿Cómo puede funcionar el proceso de un telépata?

Debido a la consideración que se tiene de la telepatía como una pseudociencia, gran parte de la comunidad científica no ha desarrollado esfuerzos por explicar el funcionamiento exacto de la disciplina. Sin embargo, existen casos de personas que han ilustrados sus procesos telepáticos.

 

Lo cierto es que el procedimiento mismo se encuentra, con generalidad, sujeto a factores individuales de la persona. Las áreas del cerebro que desarrollan la telepatía aún son desconocidas. Se piensa que el cerebro humano es incapaz de generar energía suficiente para provocar la transmisión de un mensaje que trascienda el tiempo y el espacio.

 

Pero se conocen las señales básicas del método. Como se ha mencionado, es personal e individual, por lo que cada telépata posee una forma propia de adaptarse a las vías de comunicación.

 

Consideremos las siguientes etapas:

- Estímulos emocionales externos: cuando una persona recibe una señal de otro espacio o lugar que anhela impartir un determinado mensaje. La mayoría de los casos, sin embargo, el mensaje no es transmitido. Pero las inquietudes de alguna persona pueden sentirse e incluso afectar la estabilidad emocional del receptor.

 

- Estímulos emocionales por medio de objetos: prendas personales, fotografías y hasta una descripción puntual sobre alguien, puede orientar al telépata a buscar la conectividad que necesita para hablar con esa persona. Por lo general, quienes confirman poder transmitir mensajes con estos estímulos son personas que poseen cierto entrenamiento y que reconocen el modo en que funcionan sus cerebros.

 

- Conexiones oníricas: los sueños son una rica fuente de información para los telépatas. Muchos argumentan que gran parte de sus transmisiones y recepciones tienen lugar durante el proceso de sueño. Las imágenes, y la sensibilidad para interpretarlas forman parte de las herramientas oníricas de la telepatía. Las personas que además practican este método con disciplina, pueden llegar a estar conscientes de su estado de soñadores y, debido a ello, son capaces de alterar los eventos para orientarse a través de las imágenes.

 

 

¿Dónde encontramos la telepatía en la historia?

Figuras reconocidas y clarividentes son escasas en la historia. Pero existe un grupo que presentó comportamientos y practicó actividades que han sido relacionadas tiempo después con la telepatía.

 

El psicólogo John E. Coover, por ejemplo, condujo en 1917 un experimento para determinar el alcance de las facultades telepáticas. Su investigación involucró a un grupo de personas que debían adivinar correctamente una secuencia de naipes elegida al azar. Sin embargo, la mayoría de respuestas se mostraron aleatorias y no se pudo comprobar finalmente si los telépatas habían efectivamente adivinado algunos naipes por fortuna o por habilidad.

 

Para determinar la veracidad del proceso telepático se condujo otro experimento en la Universidad de Duke en el año 1927. Pero la escasez de tecnológica para establecer resultados estadísticos más rigurosos impidió obtener resultados satisfactorios. Ello no desanimó a la universidad de publicar los resultados en columnas de revistas y, posteriormente, en algunas publicaciones del medio editorial. Se considera a este experimento como la primera aproximación efectiva para desentrañar las funciones extrasensoriales del cerebro.

 

Una figura popular, conocida por sus prácticas telepáticas fue la esposa del escritor norteamericano Upton Sinclair. En un libro que explica los métodos de su mujer, Sinclair narra episodios donde su mujer era capaz de identificar ideas y eventos que aún no habían acontecido. Además podía realizar a mano dibujos que otras personas, a varias millas de ella, habían producido en alguna ocasión de sus vidas.

 

Para Sinclair, las habilidades desplegadas por su mujer pertenecían a una clarividencia leve y no se ajustaban exactamente a las prácticas de origen telepático.

 

 

¿Cómo considerar a la telepatía entonces?

La telepatía es aún un misterio sin respuesta inmediata y comprobada.

 

En Bien de Salud, como ya se mencionó, no buscamos brindarles una respuesta concreta que dilucide los factores de actividades extrasensoriales. Pero sí creemos que es importante cultivar el interés y la curiosidad por conocer un poco más allá de las barreras comunes de investigación.

 

No siempre habrá respuestas a la mayoría de preguntas. Pero consideremos lo siguiente: El ser humano ha vivido en la Tierra millones de años sin conocer todas las respuestas que necesita.

 

Pero descubrir y encontrar una solución solo puede partir del interés y el deseo de hacerlo. Y por nuestro deseo, interés y curiosidad hacia los descubrimientos es que aún seguimos en la Tierra.

 

Y todavía continuamos descubriendo…

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