COVID19, CUARENTENA, CONFINAMIENTO OBLIGATORIO: OLVIDARME DE LA VIDA DURANTE UN RATITO ME HACE SONREÍR....

 

 

Hoy durante el día, varias veces canté en mi interior una canción de Billy Joel: It gives me smile to forget about life for a while ("Olvidarme de la vida durante un ratito me hace sonreír"). En los días en que el vacío se cierne sobre nosotros, esta canción era el canto de mi corazón.

 

No voy a ponerles los pelos de punta diciendo que “no hay mal que por bien no venga”, o que, “según se mire, esto tiene su lado bueno”. Esto no tiene lado bueno y no hay formas diversas de mirarlo. Cuando el peor de nuestros temores casi se convierte en realidad, nos damos cuenta de que no estábamos viviendo la verdad de nuestras vidas.

 

Se dice "si hay vida hay esperanza"; pero en el orden contrario "si hay esperanza hay vida". Sin duda, la esperanza  no es suficiente por sí sola, pero evita que nos entreguemos a la desesperación. Las investigaciones han descubierto que la esperanza brota y persiste cuando comunidades de personas generan  nuevas imágenes de posibilidad. Creer en esas nuevas posibilidades hace que las personas combatan la idea de la permanencia y les impulsa a buscar nuevas opciones, a encontrar la voluntad y los modos para seguir adelante. Se llama la esperanza fundamentada. Armemos esa fuerza de comunidad en nuestros diferentes  entornos, encontremos nuestra humanidad, nuestra voluntad de vivir y nuestra capacidad de amar, en nuestras conexiones. Del mismo modo que los individuos pueden experimentar el crecimiento después de un trauma y hacerse más fuertes, las comunidades también pueden hacerse. Nunca sabemos cuándo va a tener que armarse de esa fuerza nuestra comunidad, pero podemos estar seguros que será algún día.

 

Cuando se cierra una puerta de la felicidad, se abre otra; pero a menudo, nos fijamos durante tanto tiempo en la puerta cerrada que no vemos la que se ha abierto para nosotros. Después de una tragedia, a veces dedicamos toda nuestra energía emocional a desear nuestra vida anterior, y perdemos la oportunidad de ver un nuevo Yo posible liberador.

 

Cuando en el camino por el que transitamos en estos períodos de angustia y tristeza mirando hacia atrás vemos solo una hilera de huellas, solemos pensar que estuvimos solos o que nuestra familia y amigos no nos cargaron durante los peores días de nuestras vidas. Pero también significa otra cosa; cuando veamos solo una hilera de huellas, se debe a que ellos daban nuestros mismos pasos, justo detrás de nosotros, preparados para sostenernos  si nos caíamos.

 

Seamos ángeles de esperanza, seamos esas huellas detrás de nuestras familias, amigos  y colaboradores. Cuando la vida se nos hunde, podemos rebotar en el fondo, llegar a la superficie y respirar de nuevo. Así cantemos desafinados una canción de Billy Joel:

 

Debemos continuar,

No podemos continuar, 

Continuaremos .

 

Hoy más que nunca:

 

"Estamos atrapados en una ineludible red mutua, vestidos con la misma prenda del destino, y todo lo que afecta a uno, nos afecta a todos indirectamente " Martin Luther King Jr.

 

 

Colaborador anónimo

 

12/03/2021

 

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