AL ENCUENTRO CON NUESTRO NIÑO INTERIOR

 

Muchos hemos escuchado el concepto del niño interior. Este niño o niña que permanece en nuestra mente inconsciente esperando la oportunidad de salir y dejarse ver, usualmente en esas circunstancias donde nos sentimos molestos, tristes y heridos.  Y es que todos tenemos a esta criaturita dentro, somos nosotros mismos de pequeños, y para tener una buena salud energética, es de vital importancia que lo busquemos y hagamos las paces con él o ella.

 

Estar en contacto con nuestro niño interior nos ayuda a comprendernos mejor, a superar nuestros bloqueos, a manejar nuestros conflictos y, estando más de cerca a esta parte tan íntima de nuestro ser, lograremos liberar todo aquello que duele y amarnos más y mejor cada día.   

 

Es muy bueno cuando podemos entablar una conversación con este niñito, podemos preguntarle si está feliz, si está molesto o si algo lo incomoda. Estas respuestas vendrán llenas de información muy valiosa a la hora de hacer un análisis, ya sea uno solo o con la guía de un terapeuta.

 

Si al tener esta conversación las respuestas que nos llegan son de desánimo, pena o molestia, podemos retroalimentarnos con frases sencillas como: “Todo está bien”. “Yo soy ahora madre y padre para ti”. “Estaremos bien. Yo estoy al mando”, “Yo estoy aquí para cuidarte”. Es increíble ver en las sesiones como cambia la expresión en la cara de los pacientes al hacer esta terapia. 

 

A continuación les ofrezco un ejercicio muy bueno para acercarnos cada vez más a este niño interior que espera con los brazos abiertos ser consolado, contenido y amado.

 

Siéntate cómodamente y cierra los ojos. Respira profunda y pausadamente.

Imagina que estás en un jardín muy hermoso, descansando a la sombra de un árbol frondoso y lleno de verdor. Solo relájate y respira.

 

Ahora Imagina a un niño pequeño que viene a tu encuentro. Viene feliz, con esa inocencia propia de las criaturas.  Se acerca a ti feliz.  Mira su rostro, mira sus ojitos. ¡Ese niño pequeño eres tú!

 

Abrázalo, convérsale y pregúntale cómo está. Dile que todo está y estará bien. Que si algo le molesta o lo asusta no tiene nada de qué preocuparse porque tú estás en control. Tú estás allí para él.

 

Y ahora, con él en tus brazos, repite:

 

“Yo me permito dejar de culparme, castigarme, criticarme y herirme.

Yo me permito perdonarme, aceptarme tal y como soy, amarme y sanarme.

Yo me permito ser bello/a, por dentro y por fuera.

Yo le permito a este niñito que vive en mí sentirse amado y protegido.

Yo suelto mi pasado.

Yo perdono a todos.

Yo brillo con luz interior.

Confío en la vida, fluyo con ella.

¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias! Porque hecho está”

 

 

Bendiciones…

 

Milagros

 

 

Si deseas más información sobre esta u otras terapias bioenergéticas que pueden ayudarte a limpiar, liberar y crecer puedes llamar o escribir al 959 190 069 o entrar a mi página en Facebook: Milagros Vinces - Terapeuta Holística.

 

06/01/2021

 

Compártelo