33 REGLAS DE ORO PARA FOMENTAR LA LECTURA EN LOS NIÑOS

 

 

 

 

La lectura es una manera maravillosa de desarrollar la imaginación, nos hace conocer lugares nuevos y vivir intensamente diversas emociones. También nos ayuda a mejorar algunas habilidades sociales como la empatía, ya que un buen libro nos hace identificarnos con los personajes de su historia. Pero lo más importante es que nos sirve para cultivarnos como seres humanos.

 

1

Agregar más emoción y fantasía a las historias que les contamos a los niños.

 

 

2

Evitar que los niños consideren la lectura como una actividad aburrida.

 

 

3

Conocer los temas que interesan particularmente a cada niño y niña.

 

 

4

Realizar ejercicios dinámicos de lectura un par de horas al día.

 

 

5

Buscar libros que permitan a los niños y niñas desarrollar su capacidad de razonamiento de acuerdo a la edad.

 

 

6

Promover en los niños y niñas la actividad de resumir los textos que han leído.

 

 

7

Acompañar a los niños y niñas durante el tiempo de lectura para que sientan el compromiso paterno y materno.

 

 

8

Convertir el espacio de lectura en una actividad familiar donde, de ser posible, todos lean en el hogar a determinada hora.

 

 

9

Ofrecer variedad de libros para evitar el aburrimiento y el desgano.

 

 

10

Confiar en los intereses de los niños y niñas al preguntarles qué tipo de libro desean leer.

 

 

11

Como padres y educadores podemos conversar continuamente con los niños y niñas sobre sus opiniones respecto al libro o libros que estén leyendo.

 

 

12

Destacar la importancia de terminar todo lo que se empieza para cultivar las virtudes de tolerancia y paciencia.

 

 

13

Ofrecerles biografías de personas exitosas para involucrar la realidad en la lectura.

 

 

14

Mencionar la importancia de la lectura como fuente de éxito en la vida de personas célebres.

 

 

15

Estar siempre atentos ante las dudas y los comentarios de los niños y niñas sobre temática y material de lectura.

 

 

16

Darles a los niños y niñas la confianza de elegir su propio material de lectura.

 

 

17

No forzar el hábito de leer sino más bien incluirlo dentro de las actividades ordinarias del día a día.

 

 

18

Promover la participación en talleres de lectura y comprensión lectora para evitar la idea de que leer es un acto que se realiza en soledad.

 

 

19

Expandir el diálogo sobre libros tanto dentro como fuera del hogar, como por ejemplo en clubes de lectura.

 

 

20

Disponer de una biblioteca en casa para que entiendan el acto lector como algo íntimo y personal que inicia desde el hogar.

 

 

21

Recomendar libros que transmitan mensajes optimistas y positivos.

 

 

22

Obsequiar libros no solo a nuestros hijos sino también a aquellos niños y niñas en centros sociales. Recibir un libro como un regalo convierte el acto de leer en una actividad especial.

 

 

23

Tratar de conseguir libros que presenten ilustraciones y contenido divertido para generar mayor interés.

 

 

24

Que los niños nos vean leer es una manera de dar el ejemplo a los más pequeños.

 

 

25

Jamás imponer la lectura ni utilizarla como castigo. El placer por la lectura debe desarrollarse naturalmente en los más pequeños.

 

 

26

Leer a los niños y niñas cuentos y fábulas antes de que aprendan a leer.

 

 

27

Contar historias a los niños y niñas hará que aprecien el valor de la actividad creativa que se puede alimentar también con la lectura.

 

 

28

Impulsar a los niños y niñas a escribir sus propias historias. Esto les permitirá apreciar la lectura desde otra perspectiva y buscar más fuentes de inspiración por medio de otros libros.

 

 

29

Acompañar a los niños y niñas durante las tareas escolares que involucren leer para que entiendan que es una actividad en la que todos podemos participar.

 

30

Cultivar el ejercicio de la lectura acompañado con música. A muchos niños y niñas les atraen los sonidos y podemos acompañar sus horas de lectura junto a melodías suaves de Mozart, Clementi y Bach.

 

 

31

Celebrar el acto de leer. Como padres y educadores es significativo que los niños y niñas sientan que están haciendo algo importante cuando se sientan a leer.

 

 

32

Presentar la lectura como fuente de diversión y no tanto como medio de aprendizaje o deber diario. Aprendemos mucho más cuando nos divertimos.

 

 

33

Es preferible recomendar libros que hayamos leído, así podremos transmitirles a los niños nuestro entusiasmo, hacer comentarios sobre la lectura y explicarles cuánto significó ese libro para nosotros.

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