MAGNESIO, EL GUARDIÁN SILENCIOSO

 

Es una realidad comprobada que la enfermedad al corazón aumenta a medida que se expande el consumo de alimentos procesados.

 

Un déficit de nutrientes esenciales, fundamentalmente debido a las dietas modernas procesadas, se asocian directamente con problemas cardíacos.

 

Cuando el cuerpo tiene suficiente magnesio, ni siquiera sabemos que está allí, pero verdaderamente es el guardián silencioso de nuestros corazones, vasos sanguíneos, células, y órganos.

 

El valor del magnesio en el mantenimiento saludable del corazón y de los vasos sanguíneos está respaldado por el hecho de que las personas que sufren ataques al corazón y que reciben a tiempo tratamiento con magnesio pueden tener mejores resultados que aquellas personas que no reciben este tratamiento.  

 

Varios estudios realizados desde finales de los años '50 hasta finales de los años '90 mostraron que la oportuna infusión de magnesio durante un infarto agudo al miocardio puede hacer descender los índices de muerte y acelerar la recuperación del individuo. Sin embargo, estos resultados promisorios ni siquiera fueron confirmados cuando se pusieron a prueba en grandes estudios, llamados mega estudios conducidos en los años '90. Los mencionados mega estudios solo se han ocupado en juzgar la efectividad de fármacos. Los resultados negativos fueron muy publicitados y, muchos dentro de la comunidad médica, los dieron por definitivos. ¿Pero realmente lo son? ¿Niegan ellos el beneficio de la terapia con magnesio durante el ataque al corazón tan propuesto por los estudios anteriores? Creemos que no.

 

¿Cómo ayuda el magnesio a alguien que está teniendo un ataque al corazón?

El dolor al pecho de un ataque al corazón es una advertencia de que el abastecimiento de sangre al corazón es insuficiente y, como resultado, el oxígeno vital y los nutrientes están bajando a niveles peligrosos para el correcto funcionamiento normal del corazón o aún para la supervivencia, y que el calcio se está desplazando para remplazar al magnesio; esta situación es crítica.

Si el magnesio se administra lo más pronto posible después del dolor inicial, puede proteger al tejido del corazón (sediento de oxígeno) de daño permanente; además de proteger contra el incremento del calcio celular a expensas del magnesio celular y proteger al corazón de los latidos rápidos e irregulares. También dilata las arterias más pequeñas que alimentan al corazón y ayuda a restaurar el flujo sanguíneo previniendo que se formen coágulos en las arterias que sirven al corazón. Además, protege contra el daño que ocasionan los radicales libres.

 

La gran cantidad de estudios que se han mostrado en los últimos congresos de magnesio es abrumadora, y por ello, los pongo a disposición de los cardiólogos interesados en esta información con el único interés que motiva la práctica médica: ayudar a salvar vidas.

 

Estos atributos del magnesio, que protegen contra el daño al corazón, deben ser tomados en cuenta también, considerando el bajo costo que representa tomar suplementos de magnesio.

 

Como mencioné líneas arriba, la magnitud de la literatura que muestra el valor del magnesio como agente protector, puede alentar su uso para prevenir ataques al corazón, tanto en individuos de alto riesgo para impedir un primer ataque, así como para evitar las recurrencias en personas que ya han experimentado uno o más ataques al corazón, y para mejorar la calidad de vida en general.

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