VIVIR CERCA A LOS BOSQUES

 

 

Uno de los principales temores durante los inicios de la Revolución Industrial era el grado de impacto que tendrían las industrias y el negocio de máquinas sobre la naturaleza.

 

Como muchos de los miedos generacionales a través de la historia, la idea de que la industria provocaría la desaparición de las áreas rurales se mostró parcialmente cierta.

 

Es innegable que la naturaleza ha sufrido los efectos provocados por el aparato industrial a lo largo de las últimas décadas. Las evidencias son evidentes con el cambio climático y los fenómenos naturales que emergen con mayor frecuencia que antes.

 

Pero la industria no ha conseguido aplacar a la naturaleza en su totalidad. Sino que más bien ha provocado un efecto de rebote, en el que el malestar humano y las preocupaciones atmosféricas han impulsado tendencias modernas hacia el bienestar natural. La inclinación hacia lo orgánico, la tranquilidad del sonido de la naturaleza y las vistas impresionantes de los paisajes terrestres y marítimos son prueba de un cambio y una nueva mentalidad que han adoptado las personas.

 

La atmósfera aún sufre las consecuencias que provocaron nuestros actos pasados. En la actualidad, el ser humano también sigue contribuyendo al deterioro de la naturaleza. Pero la conciencia ha empezado a alcanzar fuerza, y las manifestaciones, conferencias y reuniones internacionales se desarrollan con más frecuencia.

 

Este artículo pretende darles a conocer las ventajas de vivir rodeado por los bosques y las zonas rurales.

 

Para ello, Bien de Salud viajó hasta una de las zonas rurales más emblemáticas en América, la ciudad de White Plains en Estados Unidos, ubicada en el estado de Nueva York.

 

¿CÓMO ES WHITE PLAINS?

La mayoría de los hogares se encuentran luego de atravesar las zonas montañosas de la ciudad.

 

White Plains es una ciudad pequeña del estado de Nueva York, y una de las principales zonas del país caracterizadas por su amplio espacio rural.

 

La llegada a las montañas anuncia la entrada a un páramo de árboles tupidos, flora diversa y húmeda, y fauna que durante el día permanece oculta en la densidad de los árboles para aparecer brevemente y luego hacerse escuchar durante la noche.

 

Solo una carretera separa la montaña en dos lados. En uno se encuentran las eternas filas de hogares pintados enteramente de blanco y con un diminuto espacio de plantas donde se almacenan sus jardines. Al otro lado está el amplio bosque. Inmenso, con el suelo plagado de hojas multicolor, troncos blanquinegros derribados y pequeños charcos acumulados durante las poderosas lluvias, el bosque de White Plains se cierne como una fábula que se ha escapado de su cuento y se ha posicionado frente a los hogares.

 

Esta división entre hogares y una abrumadora fauna y flora es lo que caracteriza a la ciudad del estado neoyorquino.

 

VENTAJAS DE RESIDIR CERCA O ALREDEDOR DE ZONAS RURALES

En White Plains, por ejemplo, las personas contemplan con orgullo el hecho de que sus hogares estén frente a una naturaleza tan mística. En los últimos años, los linderos del bosque han sido marcados por una larga reja de alambres. Esto se decidió para evitar el escape de lobillos y la aparición repentina de ciervos por la carretera.

 

Pero estos pequeños inconvenientes son parte del atractivo que tiene vivir alrededor de estas zonas.

 

 

Repasemos algunas de las ventajas más celebradas alrededor del mundo:

 

Falta de problemas con el automóvil

La metrópoli puede encontrarse muy congestionada durante la mayor parte de cada año.

 

Por esta razón muchas personas padecen gran parte del tiempo de sus días buscando aparcamiento donde sea permitido estacionar o donde la tarifa no sea excesivamente alta.

 

Pero en las zonas rurales esto no es un problema en absoluto. No existen estacionamientos con tarifas que cobren por la hora o cada cuarenta y cinco minutos. Los espacios entre hogares son tan amplios que estacionar el automóvil es bastante cómodo.

 

Los pequeños pueblos no admiten demasiados habitantes, por lo que las carreteras permanecen descongestionadas y la hora de mayor tráfico es inexistente. Indudablemente, las zonas rurales presentan mayores comodidades.

 

 

El sonido de la naturaleza

Para todo aquel que ha residido cerca a los bosques o dentro de las zonas rurales, el silencio de la naturaleza es más un mito que una afirmación de la realidad.

 

Vivir cerca de un bosque no significa que todo el tiempo haya silencio. En realidad se manifiesta un rumor suave que muchas personas denominan el sonido de la naturaleza. El aleteo de los pájaros, las ramas que se quiebran con el paso acelerado de los venados, el aullido de los lobillos en la oscuridad, los distintos sonidos de bichos y ranas, entre otros, producen un sonido de letargo que de alguna manera permite una aproximación con el mundo natural.

 

Estos no son sonidos que provoquen malestar o estrés como los ruidos fuertes y escabrosos de la ciudad. Por el contrario, son rumores naturales que ofrecen tranquilidad.

 

En White Plains, por ejemplo, muchos habitantes realizan pequeñas caminatas a las cinco de la tarde, cuando el calor ha bajado y el tránsito breve de los grillos es interrumpido de vez en cuando por el aullido de los pequeños lobos.

 

El sonido de la naturaleza lo encontramos además en muchos discos de relajación y en tratamientos para el estrés y la ansiedad.

 

 

Las luces naturales

El mundo urbano posee un ambiente nocturno alborotado de luces con múltiples colores.

 

En las zonas cercanas a los bosques, sin embargo, la única luz es la de las estrellas y la luna. Colocar faroles y abarrotar el lugar de luces sería imprudente pues puede atraer a animales del exterior.

 

Es por esta falta de luz artificial que la noche ofrece el solo sonido de la naturaleza. Sin iluminación para guiar el sendero, no encontramos personas que transiten por el lugar. Por este motivo, no se escuchan muchos automóviles y mucho menos carcajadas excesivas, música con sonido alto y conversaciones desenfrenadas.

 

 

Respirar el aire del bosque

Hace unos años la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un estudio en el que destacaba la importancia de las plantas y las zonas rurales para el aire que se produce en la atmósfera.

 

Los árboles, las plantas y las distintas variedades de flora ofrecen un aire más purificado que contribuye a nuestra respiración y al bienestar de nuestros pulmones.

 

Es por este motivo que la mortalidad en las zonas rurales ha disminuido en comparación con los niveles presentados en las áreas urbanas.

 

En White Plains las personas mayores aún gozan de sus caminatas diarias y del rumor natural que les alegra las tardes.

 

El aire que se respira en la pequeña ciudad no está infestado de toxinas y contaminación, por lo que produce un efecto saludable en las personas de toda edad.

 

Con este artículo no pretendemos proponerles mudarse a una zona rural. Nuestra única intención es exponer las ventajas que podemos encontrar en estos sectores a fin de mantenerlos informados respecto a las nuevas tendencias naturales que aparecen con más fuerza cada año.

Compártelo