Terrores nocturnos en los niños

 

Dra. Caroline Malamud-Kessler

Neuróloga – Neurofisióloga clínica

CMP 44429

RNE. 22050 – 24382

PERÚ

 

 

 

Los terrores nocturnos son considerados dentro del grupo de parasomnias (eventos no deseados que ocurren mientras dormimos).

 

Es más común que se presenten en niños entre los tres y doce años de edad y tienden a resolverse en la adolescencia. No tienen predominancia de género.

Aunque se parecen clínicamente, el terror nocturno no es lo mismo que una pesadilla.

 

Los terrores nocturnos se caracterizan por episodios de llanto, miedo (con mirada intensa), gritos y, a veces, con emisión de sonidos ininteligibles; también pueden presentarse conductas violentas. Durante estos eventos, el niño está dormido, no responde al llamado, no tiene conciencia de lo ocurrido y es difícil despertarlo. Se

presentan en el primer tercio de la noche, durante las etapas de sueño de ondas lentas o sueño profundo.

 

¿Cuáles son los síntomas?

Durante un episodio de terror nocturno, el niño puede: gritar y llorar desconsoladamente, sentir un miedo incontrolable, sentarse sobre la cama y realizar algunas acciones peligrosas que le podrían causar daño a él mismo o a los demás. Recordemos que, durante el evento, no se puede despertar al niño con facilidad, pero cuando logramos hacerlo, no tiene memoria de lo ocurrido.

 

¿Por qué se presentan los terrores nocturnos?

Existe un componente genético y familiar importante relacionado con esta parasomnia. Es importante recalcar que en el caso de los niños no existe ninguna relación entre la presencia de trastornos mentales y el terror nocturno.

 

Pueden estar relacionados con:

 

- Privación de sueño

 

- Eventos estresantes

 

- Migraña

 

- Estrés físico o emocional

 

- Presencia de infecciones del sistema nervioso central

 

- Fiebre

 

- Medicación

 

- Viajes

 

- Dormir en lugares desconocidos, entre otros

 

Diagnóstico y tratamiento

Aunque suele ser un problema muy común en los niños que se resuelve con el crecimiento y no requiere tratamiento específico, es importante vigilar al niño. Si el problema es muy frecuente, o continúa durante la adolescencia y la adultez, es importante recurrir a un especialista.

 

El médico especialista en sueño, le solicitará:

 

- Realizar un diario de sueño por un periodo mínimo de dos semanas.

 

- Formulará algunas preguntas para valorar el estado del niño y su nivel de actividad durante el día.

 

- Le efectuará una historia clínica completa.

 

- Pedirá sus antecedentes médicos.

 

- Registrará el consumo de su medicación habitual, etc.

 

En algunos casos, y de acuerdo al criterio de su médico tratante será necesario realizarle una polisomnografía: estudio que se realiza en la noche y durante el sueño espontáneo, a través del cual se registran muchos parámetros como ondas cerebrales, frecuencia cardiaca, medidas respiratorios, movimientos de extremidades (brazos y piernas) durante el sueño, y se usará una cámara de video para registrar su comportamiento durante el sueño en tiempo real.

 

Tal como se mencionó líneas arriba, en general es un trastorno que se autolimita y no requiere tratamiento en niños. En adultos es importante descartar alguna otra enfermedad subyacente que pueda explicar la presencia del terror nocturno.

 

Si reconoce algunos de estos síntomas en usted mismo o en algún familiar, no dude en consultar a un médico especialista en sueño. RECUERDEN QUE ESTAMOS PARA AYUDARLOS, ¡SIEMPRE!

 

Dra. Caroline Malamud-Kessler

Neuróloga - Neurofisióloga clínica

Telf. 440 1374 - 992 713 999

 

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