PIENSA VERDE

 

 

 

* Aproximadamente 1 millón de aves y más de 100 mil mamíferos y otros animales mueren anualmente por ingerir plásticos o porque quedan atrapados en ellos.

 

* Alrededor de 267 especies se han visto afectadas en todo el mundo por los residuos plásticos flotantes.

 

* Todas las criaturas del planeta están expuestas a este problema.

 

En los océanos viven una gran variedad de organismos. Durante millones de años las tortugas marinas, los peces, cetáceos y muchas otras especies compartieron el habitad; sin embargo, en pocas décadas, una especie nueva y muy peligrosa invadió los océanos: los desechos plásticos.

 

Cada año, millones de toneladas de residuos plásticos terminan en los océanos y se quedan allí por siglos; las corrientes oceánicas los llevan a los lugares más remotos y los acumulan en los giros oceánicos.

Aunque se producen a partir de recursos naturales limitados como el petróleo, tratamos a los desechos plásticos como si fueran inútiles.

 

¿Sabían que cada familia genera unos 250 kilos de residuos plásticos al año?

 

Cerca del 20% de los desechos plásticos marinos se originan en actividades que se realizan en el mar: las redes de pesca extraviadas o descartadas sin cuidado (llamadas redes fantasma), actúan como trampas mortales durante muchas décadas; las correas de embalaje trabadas alrededor de la cabeza o las aletas de los animales marinos, producen lesiones dolorosas y finalmente la muerte. Sin embargo, alrededor del 80% de los desechos plásticos marinos se producen en tierra y llegan al mar a través de los desagües sin tratamiento, el viento, los ríos, o son arrojados directamente en las playas.

 

En el agua, los artículos de plástico pueden ser tragados por las tortugas marinas, las aves, las ballenas y otros animales. Cuando flotan, muchos de los plásticos se parecen a los alimentos naturales, sin embargo no son digeribles y llevan a una muerte con agonía de cientos de miles de animales marinos.

 

Los objetos de plástico no son biodegradables, solo se rompen en pedazos cada vez más pequeños llamados “microplásticos”. Los productos de cuidado personal contienen micro perlas de plástico, y son una fuente de grandes cantidades de microplásticos que también se evacúan cada día en forma directa y sin restricciones a los ríos y océanos. Los microplásticos absorben contaminantes desde el medio marino, al ser ingeridos por los organismos más pequeños, esas partículas junto con los contaminantes ingresan a la cadena alimentaria y finalmente llegan a los platos de quienes consumen pescado.

 

Los desechos plásticos son una de las principales fuentes de contaminación marina en el mundo y amenazan la vida de muchas especies.

 

¿CÓMO PODEMOS REVERTIR ESTA SITUACIÓN?

La responsabilidad es de todos y cada uno de nosotros. Si cada persona pone su granito de arena con las siguientes acciones, podemos hacerlo:

* Reducir el consumo de plástico en el entorno familiar.

* Llevar al mercado o a las tiendas bolsas reusables.

* Elegir productos sin microperlas de plástico.

* Utilizar materiales biodegradables.

* Recoger cualquier artículo de plástico desechado de manera irresponsable tanto en tierra como si se encuentran en la playa o nadando en el mar y, luego disponer correctamente de los residuos de plástico.

* Educar a nuestros hijos para un consumo responsable.

* Apoyar los esfuerzos de las entidades ecológicas.

 

CON LA PARTICIPACIÓN DE TODOS PODEMOS LIBERAR AL MEDIO AMBIENTE DE LOS RESIDUOS PLÁSTICOS Y PROTEGER LA VIDA MARINA Y COMO CONSECUENCIA, LA VIDA EN EL PLANETA.

 

NOTICIA DEVASTADORA (*)

Un equipo de investigadores de ALGALITA, una organización dedicada a la investigación de residuos plásticos en los mares del mundo, descubrió una inmensa isla de residuos plásticos cerca de las costas de Chile y Perú.

Los científicos le llamaron “la gran mancha de la basura pacífica” o simplemente “el parche de basura” y es una de las islas que se han descubierto flotando en el océano y que derivan de la basura que va a dar a los océanos norte y sur de la línea ecuatorial. En 1997, el capitán Charles Moore, director de ALGALITA, descubrió una isla similar al norte del Pacífico, y sospechaba que había una igual en las costas chilenas.

Moore estima que la isla se extiende por 2 millones de kilómetros, con una extensión algo más grande que Colombia. Empujados por vientos, corrientes y mareas, las partículas de plástico se acumulan con otros escombros en zonas conocidas por los oceanógrafos como “giros”, una serie de corrientes que forman un vértice y que comprenden hasta el 40% de la superficie oceánica de planeta. Con el paso del tiempo anémonas, peces de arrecife y otros animales perdidos en el mar fueron alojándose allí. “Si uno quisiera visitarla no podría pararse encima. Más bien pienso en el océano como un caldo líquido que se fue espesando, y que ahora tiene pedacitos”, dijo Moore a CNN.

 

La ONU estima que aproximadamente en cada 2.6 kilómetros cuadrados de océano hay 46.000 piezas de plástico de varios tamaños. De todo el plástico que entra al océano, el 30% queda flotando mientras que el resto se hunde y daña el suelo marino, y gracias a los “giros” se acumula en puntos específicos del planeta. Los Científicos han descubierto una mancha de basura al norte del Pacífico y otra en el océano Atlántico Norte, cerca de Estados Unidos.

 

El problema de los artículos de plástico se ve agravado por la industria de la acuicultura, que utiliza cantidades enormes de plástico en sus flotadores, redes y productos de pesca. Con demasiada frecuencia los animales terminan con los estómagos llenos de pedacitos de plástico o ahorcados.

 

Según Greenpeace, los costos provocados por la contaminación de los desechos marinos superan los 13.000 millones de dólares.

(*) Fuente: Medioambiente

 

 

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