PIENSA VERDE

 

Los limpiadores que encontramos a la venta en los establecimientos comerciales están elaborados a partir de una base de alcohol a la que se le incorporan tensoactivos aniónicos cuya principal función es disolver la grasa y facilitar la limpieza. Los resultados son muy buenos respecto a su eficiencia, pero su uso entraña un considerable riesgo para la salud derivado de su alta toxicidad.

 

Afortunadamente, todos tenemos en nuestros hogares numerosos productos naturales, económicos y comunes que pueden ayudarnos a limpiar sin necesidad de recurrir a los compuestos químicos que tienen los productos que nos ofrece la industria de limpieza.

 

El agua oxigenada es un potente blanqueador natural que puede ayudarnos a eliminar las manchas más resistentes de las sábanas y toallas.

 

El alcohol es un poderoso desinfectante. Uno de los usos que podemos dar a este producto es la limpieza de la tapa de plástico del inodoro. Una fórmula limpiadora barata y fácil de hacer es verter un pequeño chorro de alcohol en un recipiente de agua limpia. Una vez diluido, iremos frotando la superficie de los azulejos y los cristales con un paño humedecido en esta solución. En el caso de que las ventanas retengan suciedad acumulada, es recomendable lavarlos previamente con agua y jabón, frotándolos con una esponja empapada y repasándolos con un trapo seco. De esta manera facilitaremos los efectos posteriores del alcohol.

 

El bicarbonato de sodio tiene múltiples aplicaciones prácticas en el hogar. En muchas casas, se coloca un platillo con bicarbonato en el interior de las refrigeradoras para que absorba los olores fuertes, además de reducir la humedad en su interior. El bicarbonato también puede servirnos para mantener los desagües limpios y desinfectados; para ello espolvorearemos un puñado en su interior mientras dejamos correr un poco de agua caliente. De este modo evitaremos los malos olores que emanan de los desagües.

 

El vinagre es indispensable en un hogar ecológico ya que es un poderoso desinfectante. Si lo añades al lavadero de la cocina, la cal incrustada en los elementos metálicos se suprime frotándolos con un paño humedecido en una disolución de una parte de vinagre y dos de agua.

 

El limón es un poderoso desengrasante: si frotamos la campana extractora con medio limón facilitaremos su limpieza.

 

El agua donde herviste las espinacas es uno de los mejores productos para limpiar los objetos de plata; basta sumergirlos durante una hora en ella y secarlos con un paño de algodón para que recuperen su brillo.

 

La papa y la cebolla son muy efectivas para limpiar los cristales sucios, solo córtalas por la mitad y frótalas en la superficie que deseas limpiar. La papa también se emplea para evitar la condensación del vaho.

 

Esperamos que estos sencillos consejos les sirvan para eliminar, dentro de lo posible, los químicos que pueden afectar la salud de los miembros de su familia.

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