MÉXICO DESTACA EN EL CUMPLIMIENTO DE LAS NORMATIVAS PARA PRESERVAR LA CAPA DE OZONO

La capa de ozono, es aquella zona de la estratósfera compuesta por aproximadamente 90% del ozono presente en la atmósfera; una “sustancia cuya molécula está compuesta de 3 átomos de oxígeno” que actúa como filtro, pues absorbe del “97% al 99% de la radiación ultravioleta de baja frecuencia” que ingresa a la tierra proveniente del sol; radiaciones que causan cáncer de piel, quemaduras y cataratas, supresión del sistema inmunitario, daños en plantas y animales, entre muchos otros.

 

En los años 1970, se descubrieron reducciones alarmantes de dicha capa, específicamente en la Antártida, causado por un aumento de concentraciones de cloro y bromo por las emisiones de los compuestos químicos producidos por las actividades del hombre, siendo los más comunes, los compuestos clorofluorocarbonados (CFC), derivados de los hidrocarburos saturados y que son utilizados como fluido refrigerante.

 

Tal situación generó gran preocupación mundial, lo que llevó a muchas naciones del mundo, a firmar Convenios y Protocolos para tomar medidas con el objeto de revertir tan terrible daño.

 

En tal sentido, para el mes de marzo del año 1985, 28 naciones del mundo firmaron el Convenio de Viena para la Protección de la Capa de Ozono, a través del cual se comprometieron a cumplir con todas las medidas medioambientales necesarias para proteger la capa de ozono, de todos los efectos negativos producto de las actividades humanas. Fue posteriormente ratificado por 197 estados, siendo actualmente uno de los más exitosos tratados en relación a este aspecto.

 

En esta conferencia, se estipuló la necesidad de suscribir protocolos futuros sobre el Convenio de Viena, que comprendiera medidas concretas para controlar las sustancias que estaban destruyendo la capa de ozono; por lo que se facultó mediante resolución al Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), elaborar un protocolo, firmándose así en el mes de septiembre de 1987, el Protocolo de Montreal sobre Sustancias que agotan la Capa de Ozono, a través del cual los países asumían el compromiso de “reducir a la mitad la producción de clorofluorocarbonados (CFC) en un período de 10 años”.

 

Actualmente se cumplen 35 años de la creación del Convenio, y hay un país que ha destacado en el cumplimiento puntual de los compromisos asumidos tanto en el Convenio de Viena para la Protección de la Capa de Ozono como en el Protocolo de Montreal sobre Sustancias que agotan la Capa de Ozono, y ese es México, quien desde hace más de 30 años ha ejecutado más de 120 proyectos, con los que ha logrado eliminar “el consumo del 99% de las Sustancias Agotadoras de Ozono (SAO)”, reduciendo al máximo las sustancias amenazantes de la capa de ozono; aunado a la reciente adhesión de dicho país, a la Enmienda de Kigali al Protocolo de Montreal, la cual entró en vigor en enero de 2019, y con la que se pretende evitar el incremento de 0,5° en la temperatura global de aquí al año 2100, mediante la reducción de la emisión de gases hidrofluorocarbonos (HFC) que sustituyeron a los clorofluorocarbonados (CFC), que aun y cuando no dañan la capa de ozono, sí contribuyen con el calentamiento global; por lo que se espera que sean sustituidos por sistemas de refrigeración que no impacten el medio ambiente.

 

Cada 16 de septiembre, se conmemora el Día Internacional para la Preservación de la Capa de Ozono, el cual fue declarado en el año 1994 por parte de la Organización de Naciones Unidas, con el objeto de hacer tomar consciencia mundial sobre la necesidad de ejecutar acciones urgentes para frenar el cambio climático y los estragos que la incidencia del ser humano está creando en el medio ambiente.

 

Realmente es digno de destacar, que un país haya logrado resultados tan significativos en materia de conservación de la capa de ozono y que de paso, su compromiso se mantenga mediante el impulso notable de nuevas estrategias que promuevan la eliminación total de los gases contaminantes, creando una consciencia mundial sobre la necesidad de proteger el mundo del cambio climático, no solo por el bienestar de la humanidad actual, sino pensando en las futuras generaciones que tienen el derecho de gozar de un mundo sano y limpio; por lo que todos los países e incluso los ciudadanos mismos desde su ámbito individual, deberían seguir el ejemplo y aportar su grano de arena en contribuir con la máxima reducción posible de todo aquello que contamine el medioambiente, para que el futuro sea esperanzador.

 

Fuentes de información:

es.wikipedia.org

ecoticias.com

25/11/2020

 

 

                          

        

Compártelo