EVITEMOS LA DEFORESTACIÓN

 

 

En la selva amazónica, el impacto ambiental derivado de la deforestación está ocasionando procesos irreversibles de deterioro en este importante ecosistema.

 

Para alcanzar el equilibrio que permita la recuperación de los bosques amenazados, es imprescindible desviar parte de la producción actual hacia otro tipo de maderas que permitan una producción sostenible.

Actualmente, la mayoría de equipamientos de las casas y pisos (mobiliario, estanterías, puertas y ventanas) se realizan con madera aglomerada recubierta de contrachapado. Sin embargo, el uso de estas colas sintéticas para unir la formica a la base de madera hace de este material una opción poco recomendable para el hogar, especialmente en las habitaciones de los niños. No obstante, si tenemos muebles o complementos de contrachapado en casa y sufren de un deterioro, es preferible subsanarlos y alargar su vida antes que adquirir otra pieza elaborada con este material y fomentar su comercio. 

Si se forman bolsas de aire entre la madera y la formica, antes de sustituir la plancha debemos intentar engancharla de nuevo. Para realizar esta labor es necesario sacar la pieza a la terraza o al balcón, colocar una sábana encima y pasar la plancha con cuidado; de este modo, la cola vuelve a adherirse al calentarse. Al realizar esta operación se liberan gases sumamente tóxicos (como el perjudicial formaldehído), por lo que hay que mantener alejadas a otras personas y tomar las medidas necesarias para no inhalarlos.  Después colocaremos un peso uniforme sobre la superficie para volver a unir la plancha y así eliminaremos la burbuja. Cuando decidamos sustituir y deshacernos de una puerta o un mueble contrachapado, es imprescindible depositarlo en uno de los contenedores especiales para ese fin o conducirlo a una planta de recogida selectiva pues se trata de un residuo peligroso. Incluso al momento de transportarlo debemos extremar las precauciones, pues el tablero de formica resta toda flexibilidad a la madera y se parte fácilmente, ofreciendo un corte igual al de un cuchillo afilado. Para evitar accidentes es preferible reducir el tamaño de la puerta, cortando la hoja de formica mientras permanece pegada a la madera.

Pero si se trata de comprar un mueble nuevo existen opciones de madera mucho más recomendables y ecológicas:

El llamado maderón es una de las más recomendables. Consiste en un compactado a base de cáscaras de frutos ya consumidos que evita el gasto de madera nueva y en cuya producción no interviene ningún tipo de cola. Este subproducto integra la consistencia de la madera con la maleabilidad del plástico, y se está utilizando para la construcción de sillas, mesas y otros muebles.

Otro material alternativo es el ratán, una palma trepadora muy abundante en las selvas tropicales asiáticas, especialmente indicada para la fabricación de sillas, cestas y otros elementos del mobiliario, muy apreciada en los países escandinavos. Actualmente existen plantaciones controladas que abastecen al mercado mundial sin poner en peligro las selvas de Indonesia, donde crece.

Pero el material más popular y con mayores aplicaciones alternativas es sin duda el bambú, excelente elemento para lograr ambientes naturales en el hogar.  Además, los precios de los muebles de bambú están muy por debajo de los de la madera tradicional, siendo una opción ideal para presupuestos ajustados. Con el bambú no solo se construyen muebles y elementos decorativos para el hogar, sino que gracias a la extraordinaria resistencia que adquiere al madurar (a partir del tercer año), se convierte en un material ligero y sólido que se utiliza para construir casas, puentes y embarcaciones.

En Europa, la tendencia creciente hacia una arquitectura biológica está popularizando este material, incorporándolo en los techos y paredes de algunos edificios.

Esta planta es la de crecimiento más rápido del mundo: más de un centímetro al día, hasta llegar a superar los 40 metros de altura.

Existen más de mil especies de bambú, de las que algunas se encuentran en peligro de extinción. La caña solo florece una vez antes de morir, lo que hace que países como China controlen su cultivo y recogida.

Por último, una nota curiosa, el bambú es la única fuente de alimento del panda gigante, una de las especies más amenazadas del planeta.

RECUERDA QUE CON CADA DESICIÓN QUE TOMAMOS, PODEMOS AYUDAR A LA CONSERVACIÓN DE NUESTRO PLANETA

 

27/11/2020

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