AVISPONES ASIÁTICOS ATACAN ABEJAS EN ESTADOS UNIDOS

 

 

 

Las abejas, son unos insectos voladores que pueden vivir solitariamente o en comunidades mediante enjambres y que no solo son inofensivas, sino que cumplen una función vital en el ecosistema, ya que son las más grandes polinizadoras del mundo.

 

Su alimento es el polen y néctar, es decir que se encuentran en todos los lugares en donde hay flores, y en su proceso de búsqueda de alimento, transportan el polen y el néctar para almacenarlo con el objeto de alimentar a sus larvas. Durante ese proceso de transporte del polen, se produce una función casi milagrosa en los ecosistemas y la agricultura mundial de polinización, en donde incluso estudios han revelado que la tercera parte de los alimentos a nivel mundial, son en su mayoría polinizados por las abejas.

 

Sin embargo, durante su ciclo natural de vida, siempre se han visto sometidas a los ataques de depredadores como aves, mamíferos, arañas, chinches, avispas, moscas, libélulas, ácaros, entre otras; y además, se han visto terriblemente afectadas en los últimos años, por la incidencia de las actividades humanas que han provocado estragos en el cambio climático, la deforestación desmedida y las contaminaciones agrícolas por los pesticidas utilizados indiscriminadamente, todos los cuales  han incidido en un alarmante decrecimiento de la población de abejas a nivel mundial, hasta el punto de encontrarse en peligro de extinción.

 

Lamentablemente, desde finales del año 2019, un ataque más agresivo han venido experimentando estas abejas, específicamente en la región de América del Norte, cuando de manera desconocida, llegaron a esta parte del mundo, unos avispones asiáticos a los que también se les conoce como “avispones asesinos” o “vespas mandarinias”, cuya anatomía es exageradamente grande, que puede alcanzar hasta los 5 cm., siendo consideradas las avispas más grandes del mundo. Son originarios del este y sudeste de Asia, con grandes cabezas de color entre amarillo y anaranjado, enormes ojos negros, grandes mandíbulas, prominentes alas y un cuerpo de rayas amarillas y negras.

 

Llevan acuñadas el apodo de avispones asesinos, porque decapitan a las abejas que encuentran a su paso y con el cuerpo sobrante alimentan a sus crías. Son tan agresivas en contra de las abejas, que pueden acabar con un panal en muy poco tiempo, pudiendo incluso picar a las personas en caso de sentirse amenazadas. Su picadura conlleva un veneno muy tóxico, que puede ser mortal en personas alérgicas, o en caso de picaduras múltiples por su gran velocidad para proporcionar picadas repetidas.

 

Se cree que pudieron alcanzar esta zona del mundo de manera deliberada mediante el transporte de contenedores de envío desde Asia en el comercio internacional, y la principal preocupación de los expertos, es la propagación del insecto. El primer espécimen fue encontrado en el mes de agosto de 2019 en Canadá y luego dos reportes en diciembre de 2019 en Washington, Estados Unidos; sin embargo, en el mes de mayo de 2020, se encontraron otros ejemplares del avispón asiático nuevamente en el estado de Washington y en Canadá, lo cual ha demostrado que han sido capaces de sobrevivir al invierno y que posiblemente han creado nidos de manera exitosa, aunque seguramente en un porcentaje muy bajo.

 

Estos hallazgos han generado que las autoridades estadounidenses fijen el objetivo urgente de rastrearlos y atraparlos para detener la propagación del insecto; pero esta situación ha creado además, eco en los ambientalistas y algunos científicos quienes aducen que se ha generado de manera innecesaria y hasta sensacionalista, un temor infundado en contra de esta especie, que ha ocasionado un aumento del uso de insecticidas, trayendo consigo un riesgo de fumigaciones indiscriminadas que pueden arrastrar otras especies de abejas o avispones pequeños nativos de la región, que son polinizadores vitales en la agricultura, lo cual produciría un mal mayor.

 

Por tal motivo, es fundamental no alarmarse en caso de observar la presencia de esta especie, siendo lo más importante, no molestarlas, para evitar que se sientan amenazadas y puedan tender a proporcionar alguna picadura para defenderse; y en segundo lugar, alertar a las autoridades pertinentes y permitir que sean ellas, quienes manejen la labor de diseñar la forma en que tratarán esta situación para su captura. Solo así, se podrán evitar daños colaterales que puedan afectar a las abejas y demás polinizadores que de por sí, ya se encuentran tan afectados y en peligro de extinción.

 

 

 

Fuentes de información:

bbc.com

nationalgeographicla.com

es.wikipedia.org

 

01/02/2021

 

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