VENEZUELA AFIRMA HABER CREADO UN MEDICAMENTO QUE ANULA EL COVID-19

El pasado 25 de octubre de 2020, el Gobierno de Venezuela anunció que tras 6 meses de investigaciones llevadas a cabo por el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), se logró desarrollar un medicamento que en tan solo 4 meses, dio resultados supuestamente satisfactorios capaces de detener el contagio del COVID-19; por lo que presentaron los resultados del estudio a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y a la Organización Panamericana de Salud (OPS), con el fin de lograr una certificación y registro que le permita aportar al mundo, una alternativa para curar el virus producto de la pandemia que ha azotado a toda la humanidad en este 2020.

 

Según la información suministrada por el estado, el medicamento creado por los científicos venezolanos se obtuvo gracias a las pruebas realizadas en células infectadas con el COVID-19, a las que se les suministraron in vitro, una molécula aislada llamada DR-10, que según indicaron, fue capaz de evitar en un 100% que el virus se replicara, y que además no mostró toxicidad sobre las células sanas.

 

La molécula aislada nombrada DR-10 que el gobierno de Venezuela afirma ser la responsable del milagroso hallazgo capaz de anular la propagación del coronavirus, es un derivado del ácido ursólico que se extrae de algunas plantas medicinales, frutas y verduras como la piel de las manzanas la cual es la que tiene mayor concentración del ácido, aunque también se halla en las peras, uvas, arándanos, ortiga, yerba mate, algas marinas, sauzgatillo, albahaca santa, Boswellia Serrata (árbol del incienso) y Asparagus Racemosus; ácido el cual ha sido objeto de estudios científicos, en los que se ha podido comprobar beneficios “antiinflamatorios, antioxidantes, antimicrobianos, antidiabéticos, cardioprotectores, neuroprotectores, hepatoprotectores, antiapoptóticos, anticancerígenos y con efecto termogénico”; por lo que “puede ser utilizado en tratamientos de prevención del cáncer, obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares, ictus, enfermedades hepáticas y pérdida de masa muscular (sarcopenia)”.

 

A la fecha del anuncio, no se ha publicado ningún dato sobre la naturaleza química o farmacológica de dicha molécula que permita analizar y validar el hallazgo; no hay resultados sobre las fases de los ensayos clínicos, ni tampoco se tiene conocimiento sobre pruebas in vivo de dicho medicamento, lo que ha generado el controversial pronunciamiento de distintos especialistas de la medicina, como el realizado por el Vicepresidente de la Sociedad Venezolana de Infectología, Manuel Figuera, quien afirmó que el anuncio del gobierno fue inadecuado, por creer que aún queda un largo camino por recorrer antes de que pueda ser probado en humanos; y que tan solo la etapa de desarrollar la molécula y cumplir las fases clínicas, puede llevar años y no unos pocos meses como lo descrito por el gobierno, alegando que no debería crearse una falsa esperanza en la población. A su vez, el médico infectólogo Julio Castro, afirmó que la clasificación DR-10 que el gobierno le dio a la molécula, “no es una clasificación estándar dentro de las moléculas internacionales”, pareciéndole poco real la creación de un medicamento que en tan poco tiempo tenga una eficacia probada sobre pacientes. Igualmente el médico virólogo José Esparza, quien es profesor del Instituto de Virología Humana de la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland y ex miembro del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), señaló que “pidió información sobre los estudios a sus antiguos compañeros, y pudo entender que la molécula DR-10 pertenece al ácido ursólico, que se extrae de plantas medicinales, y que inhibía la replicación del virus en células cultivadas en laboratorio”, y que “es frecuente encontrar sustancias antivirales en productos naturales como las plantas medicinales, pero en muy pocas ocasiones suelen avanzar los estudios hasta desarrollar una medicina para uso humano”; aseverando que el anuncio del estado tiene más bien un carácter político que científico al comunicar un descubrimiento antes de que sea confirmado por la comunidad científica, lo cual pudiera comprometer la credibilidad de dicho Instituto.

 

Con lo cual, vemos que parece tratarse de un anuncio apresurado de una supuesta cura contra el SARS-COV-2 que no tiene sustento suficiente; por lo que no debería tenerse como válido hasta que la comunidad científica pueda acceder a los resultados del estudio, lo cual les permita analizar y comprobar de manera rigurosa la eficacia y veracidad de la medicina, mediante exhaustivas pruebas científicas.

 

Por tal razón, es imprescindible que se sigan manteniendo las medidas de bioseguridad, hasta que se logre una especie de cultura mundial de autocuidado, que nos permita tomar el control de nuestra propia salud y cuidarnos eficazmente mientras se desarrolla una cura con una efectividad totalmente comprobada sobre los pacientes.

 

 

Fuentes de información:

elnacional.com

academianacionaldemedicina.org

senmo.org

elaxioma.com

talcualdigital.com

 

02/12/2020

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