ORTOREXIA, CUANDO COMER SANO DEJA DE SER SALUDABLE

 

 

¿Qué es la ortorexia?

Se trata de una forma de obsesión por consumir solo aquellos alimentos que son considerados saludables.

 

El término se deriva del griego orthos, que significa “derecho” o “correcto”, e intenta hacer un paralelismo con la palabra anorexia, que es otro problema relacionado con la alimentación.

 

Parece ser contradictorio que el querer comer alimentos considerados “sanos” pueda realmente ser un problema. Lo que se busca es hacer énfasis en que una preocupación extrema, puede convertirse en una obsesión enfermiza, tal como podría ocurrir por ejemplo, con el ejercicio o las responsabilidades laborales.

 

Esta conducta va aumentando gradualmente: se busca mayor información, así como lugares para adquirir los alimentos más sanos; la autoestima se va envolviendo en una especie de mensaje que dice: “mientras más adecuadamente me alimento, mejor persona soy”. Asimismo, esta conducta puede llevar a que el individuo se sienta, de alguna manera, superior a todo aquel que no lleva un estilo de vida similar al suyo.

 

Es importante señalar que, aparentemente, esta preocupación no podría parecer que constituya una dificultad, pero lo que sucede es que se puede llegar a incurrir en una dieta muy insana. Peor aún, un ortoréxico puede perder diversas oportunidades de relacionarse a nivel social debido a que pasa demasiado tiempo planeando todo lo relacionado a la comida, dejando escaso tiempo para otras actividades en su vida.

 

El ortoréxico incluso, puede llegar a perder la capacidad de comer intuitivamente (saber cuándo se tiene hambre y cuándo se llega a estar satisfecho), es decir, se altera la capacidad para alimentarse de manera instintiva y natural.

 

Es conveniente hacer una revisión de los síntomas que caracterizan a este problema, de esta manera podremos tener una idea más clara y detallada de las dimensiones reales que esto involucra.

 

 

Síntomas:

Las personas con ortorexia están constantemente preocupadas por los alimentos. Esto significa que serán capaces de pasar varias horas del día planificando e investigando para asegurar una mejor preparación de las comidas.

 

Es frecuente que se impongan reglas muy estrictas con respecto a lo que consumen, ya que eliminan por completo cierto tipo de alimentos. De romper alguna de estas reglas, se ven rápidamente invadidos por un gran sentimiento de culpa, sensación que no suele ser agradable para nadie.

 

En otros trastornos de la conducta alimentaria, puede verse que existe la tendencia a ocultar los hábitos de alimentación. Sucede todo lo contrario con la ortorexia: se evidencia mucha apertura, incluso orgullo; llegan a menospreciar a quienes no comparten estas ideas. Esto puede ocasionar que pierdan amistades y que sus círculos sociales se vean cada vez más reducidos.

 

Tal como se mencionó previamente, esta dificultad va avanzando paulatinamente: se inicia como una preocupación normal por lo saludable, pero las restricciones y temores van en aumentando. Cuando la ortorexia avanza, cabe la posibilidad de que las personas afectadas terminen presentando cuadros agudos de desnutrición, ya que sus estrictas normas han afectado seriamente la calidad de su alimentación.

 

 

Origen del término ortorexia

Steven Bratman, médico estadounidense, propuso este concepto a finales de los años 90. Bratman acuñó el término en 1997 del griego orthos, 'correcto', y orexis, 'apetito', literalmente 'apetito correcto'. La palabra ortorexia, de etimología griega, es un símil de anorexia. Él mismo comentó que sufrió de este problema. En palabras de este profesional, “los individuos afectados llegan a pensar que conseguirán una gran cantidad de beneficios físicos y psíquicos gracias a su conducta alimentaria. Lo que desconocen es que esta actitud puede generar una forma de ‘dependencia’ a la ‘comida sana’, similar a la que se puede generar por las drogas. Del mismo modo, también se busca eliminar o reducir al mínimo el riesgo de contraer ciertas enfermedades por la ingestión de ciertos alimentos”.

 

El Dr. Bratman, estableció una serie de preguntas que permiten determinar qué comportamientos o conductas pueden ser indicadores de la presencia de este tipo de obsesión, elaborando un test que compartimos a continuación:

Test de Bratman:

 

* ¿Pasas más de tres horas al día pensando en tu dieta?

 

* ¿Planeas tus comidas con varios días de anticipación?

 

* ¿Consideras que el valor nutritivo de una comida es más importante que el placer que te aporta?

 

* ¿Ha disminuido tu calidad de vida a medida que aumenta la calidad de tu dieta?

 

* ¿Te has vuelto más estricto contigo mismo en este tiempo?

 

* ¿Has mejorado tu autoestima alimentándote de forma sana?

 

* ¿Has renunciado a comer alimentos que te gustaban para comer alimentos “buenos”?

 

* ¿Tu dieta supone un problema a la hora de comer fuera de casa, y esto te distancia de tu familia y amigos?

 

* ¿Te sientes culpable cuando rompes tu régimen?

 

* ¿Te sientes en paz contigo mismo y crees que todo está bajo control cuando comes de forma sana?

 

Si se contestan afirmativamente a cuatro o cinco de estas diez preguntas, significa que has comenzado a obsesionarte más de la cuenta con la dieta, y que debes prestar menos atención a lo que comes. Si se responde afirmativamente a todas las preguntas, es necesario preocuparse, porque esto indica que alimentarte de forma sana se ha convertido en una verdadera obsesión.

 

 

Tratamiento

El tratamiento tiene por objetivo reponer las carencias nutricionales en las que se ha incurrido al excluir determinados alimentos de la dieta, instaurar hábitos dietéticos correctos, y tratar las posibles complicaciones orgánicas derivadas de una alimentación deficiente. Para completar el tratamiento es necesario atender también los posibles trastornos psicológicos, así como los problemas familiares y sociales que presente cada individuo.

 

La voluntad de la persona es fundamental para la recuperación; recuperación que, afortunadamente en estos casos, suele ser mayor que en otros problemas de conducta alimentaria.

 

Se deben modificar las conductas que el ortoréxico ha ido adoptando a lo largo del tiempo, así como los pensamientos obsesivos, el aislamiento social y los cambios en su estado de ánimo debido al incumplimiento de sus propias reglas.

 

Es importante una labor multidisciplinaria, la cual debe incluir a psiquiatras, psicólogos y nutricionistas. Este trabajo integrado busca recuperar en el individuo la noción de la necesidad de alimentarse de manera variada y completa, conocer las consecuencias negativas para la salud que puede tener la carencia de determinados alimentos, los cuales deberán reintegrarse progresivamente en el menú, hasta conseguir una dieta balanceada.

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