MENSAJES DEL CEREBRO AL RESTO DEL CUERPO

 

 

A continuación explicaremos el funcionamiento de este sistema de transmisión, la importancia del cerebro y los órganos receptores, así como las consecuencias que una eventual inestabilidad del flujo de información puede ocasionar.

 

¿En qué consiste el cerebro humano?

Es un órgano formado por un conjunto de células de diversas formas y funciones que, a su vez, forman una compleja red de comunicación entre ellas. Estas células se conocen como neuronas: pequeñas células separadas unas de otras que interactúan únicamente por medio de una zona de comunicación conocida como sinapsis.

 

 

Composición de las neuronas

La estructura de las neuronas, también conocida como cuerpo neuronal, se divide en dos prolongaciones vitales para el desarrollo de estas células:

 

- Axón: hay uno por neurona y su principal función es conducir el impulso nervioso a través de distintas células.

 

- Dendritas: compuestas por prolongaciones denominadas espinas déndricas. Se encargan de la alimentación celular y de regular la recepción de estímulos externos.

 

 

¿Cómo se divide el cerebro?

 

El cerebro humano está divido dos hemisferios, el derecho y el izquierdo.

 

El hemisferio derecho regula las capacidades creativas y espaciales, mientras que el izquierdo las facultades de memoria y desarrollo de habilidades numéricas.

 

 

Entre estos hemisferios se reparten tres partes sustanciales para el funcionamiento cerebral:

 

- Rinencéfalo: involucra al olfato.

 

- Corteza cerebral: en esta se hallan los lóbulos parietal, temporal, occipital y frontal. Esta zona se encarga del aprendizaje y el desarrollo del lenguaje. Involucra asimismo a la visión, los órganos kinésicos y de la percepción.

 

- Cuerpo estriado: es una de las principales vías para la recepción de información en la corteza cerebral.

 

 

¿Cómo se comunica el cerebro con el resto del cuerpo?

Para todo funcionamiento que comprenda numerosas partes de diversa función es imprescindible contar con un canal que preserve la unidad entre zonas dispares. Este canal de comunicación neuronal que regula y controla las funciones del organismo es conocido como el sistema nervioso. Este sistema gobierna el control, la comunicación y la integración entre los distintos órganos del cuerpo humano. La comunicación se realiza a través de un intrincado mecanismo de neurotransmisores que cargan información necesaria para las funciones vitales de nuestros órganos.

 

 

¿En qué consiste el sistema nervioso?

El sistema nervioso, por definición, es una red de tejidos ectodérmicos (propios del desarrollo embrionario) que opera en base a unidades de neuronas. Se divide también en dos partes:

 

- Sistema nervioso periférico: compuesto por el sistema nervioso somático y el sistema nervioso autónomo.

 

- Sistema nervioso somático: funciona de manera voluntaria para regular y controlar cambios provenientes del exterior. Consiste en nervios raquídeos y nervios craneales.

 

- Sistema nervioso autónomo: funciona de manera involuntaria para regular y controlar cambios originados en el interior de nuestro organismo. Consiste en el sistema nervioso simpático, que proporciona respuestas en situaciones de alarma y estrés, y el sistema nervioso parasimpático, que regula las reacciones compuestas y calmadas del organismo.

 

En ambas reacciones de alarma y compostura se ven involucrados el control y la regulación del metabolismo.

 

 

¿Cómo regula el cerebro las funciones de nuestros órganos vitales?

 

La información neuronal se conduce al resto de las células del cuerpo a través del tronco del encéfalo.

 

Su tercer segmento se denomina bulbo raquídeo y es el principal encargado de regular las funciones respiratorias, cardíacas y gastrointestinales de nuestro organismo.

 

Otra función importante es la transmisión de impulsos nerviosos que lleva a cabo por medio de la médula espinal hacia el encéfalo.

 

Además, otras funciones de regulación incluyen su participación vasoconstrictora.

 

Finalmente, también actúa a base de información neuronal como secretor digestivo, para la expulsión de saliva y la producción de lágrimas.

 

 

 

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