LOS PELIGROS DE INGERIR PSICOFÁRMACOS SIN PRESCRIPCIÓN MÉDICA

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Se observa en la actualidad, una preocupante y creciente tendencia a comprar y consumir psicofármacos sin la adecuada prescripción médica. Las causas pueden ser variadas, pero si se trata de medicinas, surge la evidente duda de si es que se trata de algo riesgoso o no.

 

Es indudable que todo medicamento debe utilizarse solo bajo ciertas circunstancias, las cuales deben ser evaluadas por un médico especialista. En el caso de los psicofármacos, el profesional adecuado para cumplir esta función es un psiquiatra.

 

¿CÓMO ES ESO DE LA AUTOMEDICACIÓN?

Es frecuente oír que las personas se recomiendan ciertas “pastillitas” que pueden ayudar a llevar mejor las dificultades que se les presentan en la vida. Es importante mencionar que esta práctica es más frecuente en mujeres que en hombres, y está tan arraigada que no es extraño encontrar que muchas tengan varios medicamentos almacenados para cuando surjan circunstancias complicadas.

 

Los psicofármacos que más se utilizan para estos fines son dos: los ansiolíticos y los antidepresivos. Cada uno de estos presenta distintas complicaciones.

Es importante considerar las posibles causas de esta costumbre que va aumentando progresivamente. Existe cierta cultura de buscar la salida más fácil y “rápida” a los problemas, entonces ¿para qué consultar a un especialista si a mis amistades les ha “funcionado”?

Asimismo, es un gran error el hecho de confiar en lo que dicen los demás, sin ponerse a reflexionar que cada problemática presenta sus propias características, las que deben ser abordadas de la manera más específica posible.

A continuación se analizarán estos dos grupos de psicofármacos que son utilizados con mayor frecuencia, cada uno con sus propias funciones y complicaciones.

ANSIOLÍTICOS

Son fármacos con acción depresora del sistema nervioso central. Están enfocados (como su nombre lo indica) a disminuir los síntomas de la ansiedad. Son popularmente conocidos como “pastillas para dormir”, debido al efecto de sedación que acompaña a su uso.

El gran riesgo de la utilización de estos medicamentos radica en que producen tolerancia; esto quiere decir que cada vez se podría necesitar una dosis mayor para obtener los efectos iniciales, lo cual podría derivar en una dependencia o adicción. Al instalarse un cuadro adictivo, aparecerá el síndrome de abstinencia que puede incluir los siguientes síntomas:

  • Sudoración o ritmo cardiaco acelerado.
  • Aumento del temblor de manos.
  • Insomnio.
  • Náuseas o vómitos.
  • Alucinaciones visuales, táctiles o auditivas transitorias, o ilusiones.
  • Agitación psicomotora.
  • Ansiedad.

Estos medicamentos pueden traer consigo efectos secundarios, los cuales se parecen o se distinguen según el fármaco en cuestión, por lo que pasaremos a enlistar los que se asocian a los más utilizados:

 

 

Alprazolam

  •  Somnolencia.
  •   Aturdimiento.
  •   Dolor de cabeza.
  •   Cansancio.
  •   Mareos.
  •   Irritabilidad.
  •   Sequedad en la boca.
  •   Aumento de la salivación.
  •  Cambios en el deseo o la capacidad sexual.

Clonazepam

  • Cansancio.
  • Somnolencia.
  • Hipotonía o debilidad muscular.
  • Mareo.
  • Reflejos lentos.
  • Disminución de concentración.
  • Inquietud.
  • Confusión.
  • Amnesia anterógrada.
  • Depresión.
  • Excitabilidad.
  • Hostilidad.
  • Depresión respiratoria.

 

Diazepam

  • Somnolencia.
  • Embotamiento afectivo.
  • Reducción del estado de alerta.
  • Confusión.
  • Fatiga.
  • Cefalea.
  • Mareo.
  • Debilidad muscular.
  • Alteraciones gastrointestinales.
  • Cambios en la libido.
  • Reacciones cutáneas.

 

ANTIDEPRESIVOS

Los medicamentos de este tipo tienen un objetivo en concreto: lograr que el estado de ánimo bajo se nivele. Generalmente, se utilizan los Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina (ISRS), los que logran que este neurotransmisor esté por más tiempo en el espacio intersináptico. Hay que considerar que los efectos adversos pueden ser más potentes y constituyen un grave riesgo para quien no recibe la prescripción necesaria.

Vamos a centrar nuestra atención en los efectos secundarios de dos antidepresivos en particular.

Fluoxetina

  • Nerviosismo.
  • Náuseas.
  • Sequedad en la boca.
  • Dolor de garganta.
  • Somnolencia.
  • Debilidad.
  • Temblor incontrolable en alguna parte del cuerpo.
  • Pérdida del apetito.
  • Pérdida de peso.
  • Cambios en el deseo o la capacidad sexual.
  • Sudoración excesiva.

Sertralina

  • Náuseas.
  • Diarrea.
  • Estreñimiento.
  • Vómitos.
  • Sequedad en la boca.
  • Gases o hinchazón abdominal.
  • Pérdida de apetito.
  • Cambios de peso.
  • Somnolencia.
  • Mareos.
  • Cansancio excesivo.
  • Dolor de cabeza.
  • Nerviosismo.
  • Temblor incontrolable en alguna parte del cuerpo.
  • Dolor de garganta.
  • Cambios en el deseo o la capacidad sexual.

 

CAMBIANDO COSTUMBRES

Es evidente que los efectos que pueden traer estos medicamentos, si no se toman de la manera adecuada, pueden ser muy peligrosos para la integridad de sus usuarios. Es necesario superar la costumbre de auto-medicarse y de creer que la opinión de un amigo puede ser altamente efectiva en esta materia. Ingerir medicamentos no es un juego, y es responsabilidad de cada persona tomar las decisiones más sabias, especialmente cuando se trata de la salud.

 

18/10/2021

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