LAS FUNCIONES DEL METABOLISMO

 

Del metabolismo dependen un gran número de reacciones y procesos vitales para la existencia de cualquier ser humano.

Los procesos físico químicos que comprende, parten desde las células, promoviendo el funcionamiento del cuerpo en distintos niveles de carácter esencial. Del correcto funcionamiento del metabolismo dependen todos procesos básicos para la vida como la digestión, la respiración, la eliminación de desechos y la circulación sanguínea, entre otros.

Así como las plantas obtienen la vitalidad que necesitan día a día de la fotosíntesis, gracias al proceso físico-químico denominado metabolismo, los seres humanos podemos obtener energía de los alimentos que ingerimos.

La energía es la capacidad que presenta la materia de generar movimiento, luz y calor. En el ser humano, se produce según los procesos combinados del metabolismo, que pueden ser de dos tipos: anabólicos y catabólicos.

 

El anabolismo es la síntesis de ciertos componentes celulares por la que se lleva a cabo la elaboración y renovación de sustancias necesarias para el bienestar del organismo. La función del proceso anabólico es utilizar la energía que libera su contraparte, el catabolismo.

El catabolismo consiste en la transformación de sustancias complejas a otras más sencillas con el propósito de conceder energía a las células, como ocurre con la oxidación de los componentes de la glucosa en un proceso llamado glucolisis.

 

A pesar de que el metabolismo tiene origen genético personal, puede sufrir ciertos cambios con el transcurso del tiempo ya sea por factores climáticos, deportivos, dietéticos o circunstanciales. Por ejemplo, el organismo aumenta su metabolismo con la práctica del deporte, mientras que se reduce cada vez que la persona se entrega al sedentarismo.

 

Por otro lado, la glándula tiroides y el hígado juegan papeles fundamentales en el metabolismo. La primera regula el ritmo del proceso, y de ocurrir algún desperfecto en su funcionamiento, tendrían lugar una serie de repercusiones que afectarían a todo el organismo.  Con el hipotiroidismo, el metabolismo tiende a volverse más lento, lo que genera fatiga, hipersensibilidad al frío y baja temperatura basal. Por su parte, el hipertiroidismo acelera el metabolismo y aumenta desmesuradamente el apetito, la sudoración y la intolerancia al calor.

A su vez, en el hígado se lleva a cabo la síntesis de los glúcidos o hidratos de carbono, proceso por el que determinados órganos, como el cerebro, obtienen la energía que necesitan para desenvolverse en óptimas condiciones. Si el funcionamiento del hígado falla, la producción de energía dejaría de estar asegurada y órganos como el cerebro o el corazón se verían seriamente comprometidos.

El metabolismo representa la fuente de nuestra fuerza vital, y su correcto funcionamiento depende de las actividades y hábitos alimenticios que pongamos en práctica todos los días. El deporte y la alimentación saludable son los pilares fundamentales que sostienen la buena salud, aunque el reloj biológico siga su paso inexorable.

 

14/10/2021

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