LARINGITIS Y FARINGITIS

 

 

LARINGITIS

La laringitis por golpe de frío u otras causas produce afonía. Para curar esta afección de las cuerdas vocales, recomendaremos algunas soluciones caseras al alcance de todos.

 

La mucosa de las vías respiratorias altas se debe concebir como una unidad inseparable. Los ojos, los oídos, la nariz, los senos nasales, la faringe y la laringe tienen una mucosa común que sigue hasta los bronquios y los bronquiolos.

 

Con mucha frecuencia, las infecciones de las vías respiratorias bajas se inician por un simple resfriado nasal. Además, esta mucosa nos da una idea del estado en que se encuentran nuestras defensas. Hay dos filtros linfáticos muy importantes en esta zona: las amígdalas y las adenoides.

 

Las amígdalas se pueden ver abriendo bien la boca, pero las adenoides están más escondidas, dentro de los cornetes nasales, y son parecidas a las amígdalas. Estos filtros preservan las vías respiratorias bajas y el organismo en general del ataque de los numerosos microorganismos que circulan por las vías respiratorias altas. En la parte más inferior de las vías respiratorias altas se encuentra la laringe, que alberga las cuerdas vocales. Aunque están relativamente protegidas por todas estas estructuras superiores, las cuerdas vocales se inflaman con cierta facilidad y dan lugar a alteraciones de la voz, como la afonía.

 

 

Causas

La laringitis es una afección de la parte baja de la garganta, la laringe, formada por una membrana mucosa (como la que tapiza todas las vías respiratorias altas) y un músculo (las cuerdas vocales). Las causas de esta afección suelen ser el frío, el estrés y hablar o cantar demasiado.

 

La laringitis puede ser aguda o crónica y provoca afonía o voz bitonal (cuyo timbre varía constantemente debido a la inflamación de las cuerdas vocales).

 

En algunos casos la laringitis está causada por una alergia, ya que la alergia se ceba especialmente en todas las mucosas oculares y de las vías respiratorias altas (causando conjuntivitis, rinitis, sinusitis, faringitis, laringitis). Este tipo de laringitis es bastante frecuente en niños. Con frecuencia no tiene complicaciones de importancia, pero si provoca ahogo sería conveniente acudir a un médico para que haga una revisión.

En estos casos el problema es algo más difícil de solucionar si estamos en plena primavera o a principios de verano y los pólenes de las plantas flotan por todas partes, pero aun así también tenemos alguna solución.

 

También son comunes las laringitis profesionales, que afectan a los cantantes o a los maestros. El estrés también puede causar laringitis cuando lleva a hablar demasiado alto o a forzar la voz; en estos casos se requiere una verdadera reeducación de la voz mediante un tratamiento psicológico. Algunas mujeres también sufren alteraciones de la voz durante la menstruación. Sin embargo, son pasajeras y de poca importancia, y se deben a variaciones en la hidratación de las cuerdas vocales provocadas por los cambios hormonales.

 

 

Tratamiento

· Vitamina C. Una dieta rica en vitamina C previene todo este tipo de resfriados de las vías respiratorias. Pero la dieta rica en vitamina C no sirve de gran cosa cuando ya tenemos la laringitis; una vez instaurada la laringitis un mayor aporte de vitamina C es útil, pero poco efectivo. Ciertas frutas corno la naranja o el kiwi son bastante ricas en vitamina C, así como las tisanas a base de escaramujo (frutos de rosal silvestre) y jugo de espino amarillo.

 

 

· Reposo de la voz. La laringitis es una afección muy frecuente en los políticos durante la campaña electoral; no los imitemos y recordemos que la voz es para hablar y no para gritar. El reposo de las cuerdas vocales nos ayudará a reducir la inflamación y a superar mucho más rápidamente este problema.

 

 

· Calor. Conviene también tener la laringe caliente y evitar los golpes de frío. Uno pensará que en verano es difícil que la garganta se enfríe, pero no lo es, y menos si se toma agua fría o helados. Es cierto que ni el agua ni los helados pasan por las cuerdas vocales, pero sí por sus inmediaciones y el frío corre rápidamente de la faringe a la laringe. Otra forma mucho más directa de someter a la laringe al frío es la exposición al aire acondicionado, principal causante de laringitis en épocas calurosas. En invierno, no hay nada mejor que ponerse una bufanda caliente sobre la zona irritada.

 

 

· Dejar de fumar. Evidentemente, también hay que dejar de fumar o de exponerse a los humos. Los fumadores pasivos aspiran un humo incluso más nocivo que el del propio fumador aunque evidentemente el fumador se expone a más cantidad de humo. Nunca está de más el repetirlo, porque los fumadores inveterados no suelen dejar de fumar ante una afección considerada menor.

 

 

· Tisanas. Las plantas medicinales son también un remedio eficaz y fácil de preparar en casa. La primera planta recomendada es el erísimo, llamada también “hierba de los cantores”. De hecho, el término erísimo deriva de la frase griega “yo salvo el canto”, por lo que vemos que sus virtudes eran conocidas hace ya muchos años. El erísimo se puede tomar en forma de tisana o usar en gargarismos, y podemos acompañarla de otras plantas interesantes como la malva, el malvavisco, el eucalipto o las yemas de pino o de abeto.

 

 

· Gárgaras e inhalaciones. Debemos tener en cuenta que las gárgaras con frecuencia no alcanzan bien la zona de la laringe, por lo que las acompañaremos de inhalaciones o vahos de la misma infusión. La infusión recomendada es una mezcla de erísimo (Erysimurn officinalis), llantén (Plantago spp.), hojas de nogal (Juglans regia) y hojas de zarzamora (Rubus fruticosus); debe estar fuertemente concentrada (20 g de plantas por 100 cc de agua), ya que nos interesa que sea muy astringente. Para que los gargarismos sean efectivos debe entrar en contacto la tisana con las mucosas inflamadas; no es necesario hace gorgoritos.

 

 

Para hacer inhalaciones utilizaremos la misma infusión, a la que podemos añadir unas gotas de algún aceite esencial de carácter balsámico y antiséptico, como por ejemplo el de pino, de cajeput, de tomillo o de serpol, Basta poner tres o cuatro gotas en la tisana. También es útil poner un par de gotas de aceite esencial en un pañuelo e ir inspirando de forma repetida. Sin embargo, no hay que abusar de los aceites esenciales, ya que a altas dosis (incluso solo inhalados) pueden ser tóxicos. Para evitar problemas no repetiremos las inhalaciones más de cuatro o cinco veces al día (en personas adultas).

 

 

Como la inflamación no suele afectar exclusivamente a la laringe, sino también a la mucosa inferior y superior, los gargarismos o inha-laciones son recomendables porque tratan a toda la mucosa en conjunto. Cuando la laringitis se complica con un proceso infeccioso entonces los aceites esenciales por vía interna pueden ser de valiosísima ayuda para evitar un tratamiento antibiótico.

 

Pero en estos casos ya no podremos automedicarnos y necesitaremos acudir a un médico naturista que conozca las posibilidades terapéuticas de los aceites esenciales y sepa dosi-ficarlos adecuadamente sin producir efectos secundarios.

 

 

 

FARINGITIS

 

Es la inflamación de la faringe y produce dolor o molestia al tragar y frecuentemente presenta unos ganglios linfáticos por debajo de las barras de la mandíbula, que son molestos o dolorosos al palparlos. Esta inflamación provoca tos, con frecuencia seca, y es uno de los primeros síntomas de la gripe y de otros procesos respiratorios. La laringitis también puede estar causada por una alergia. Se distinguen tres tipos:

 

· Faringitis simple. Cuello enrojecido, dolor moderado al tragar, fiebre leve o moderada.

 

· Faringitis pultácea. Presencia de pus en la faringe o amígdalas, dolor intenso al tragar, fiebre alta (conviene acudir al médico).

 

· Faringitis seca. Mucho más irritativa, sin flemas ni expectoración.

 

 

 

Causas

La faringitis aguda es uno de los síntomas que suele acompañar a la mayoría de las afecciones de las vías respiratorias altas. Debido a la comunicación directa que existe entre las mucosas faríngea y nasal, en muchas ocasiones representa el primer síntoma de un catarro que suele acabar afectando también a la nariz. En estos casos la garganta duele, está irritada y se nos muestra roja e inflamada, produciendo molestias más o menos importantes al tragar.

 

En otros casos la faringitis se torna crónica, debido frecuentemente a la exposición a sustancias irritantes como la polución ambiental, el alcohol o el humo del tabaco. En otras ocasiones está producida por una irritación mecánica, como puede suceder en personas que tienen que usar mucho su voz o en aquellas que, por tener la nariz habitualmente obstruida, respiran por la boca.

 

Existe otra causa frecuente de faringitis: se trata de la edad avanzada, en la cual se suele tener una menor secreción de todas las mucosas, entre ellas las de la faringe, produciendo una tos persistente y rebelde a todo tratamiento.

 

Algunos fármacos, como algunos reductores de la tensión arterial, también pueden producir tos de tipo irritativo que puede confundirse con una faringitis.

 

 

 

Síntomas

· Dolor al tragar. Es el primer síntoma que se presenta y el último que se va. Se debe a la inflamación y después a la irritación de la mucosa, producida por la tos.

 

· Ganglios. Suelen estar presentes en la proximidad de la faringe (en la mandíbula, cuello, axilas).

 

· Fiebre. No siempre está presente; que tengamos fiebre no es sinónimo de sobreinfección.

 

· Mucosidad o expectoración. Por inflamación de las mucosas se segrega moco, que se elimina en forma de esputos. La faringitis seca es de peor tratamiento y necesita mucha hidratación.

 

· Tos. Frecuentemente irritativa por picor extremo en la garganta. Suele aumentar con las inspiraciones profundas.

 

 

 

TISANA CONTRA LA FARINGITIS

 

Ingredientes

30 g de hinojo (Foeniculum vulgare); 15 g de hisopo (Hyssopus officinale); 30 g de erísimo (Erysiitnun officinale); 15 g de hiedra terrestre (Hedera helix).

 

Elaboración

Se ponen a hervir, procurando que haya de dos a cuatro cucharaditas por taza. Se toma bien caliente. Si se desea, puede endulzarse con miel.

 

 

 

Gargarismos contra la faringitis

 

Ingredientes

100 g de hojas de zarzamora (Robos fructicosus)

 

Elaboración

Se hierven las hojas a fuego lento en un litro de agua durante cinco o diez minutos, y se deja reposar otros tantos. Se hacen gargarismos de larga duración, de manera que la decocción entre en contacto con la mucosa irritada.

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