LA SOYA EN LA PREMENOPAUSIA Y EN LA POSTMENOPAUSIA

 

Se han realizado numerosos estudios en mujeres pre y postmenopáusicas.  En uno de ellos se estudió a cincuenta mujeres japonesas y se valoró la cantidad de soya consumida y la producción de las hormonas estradiol y la hormona sexual ligada a la globulina.  

 

Los alimentos a base de soya que tuvieron un mayor impacto sobre los niveles de estrógenos fueron el tofu y el miso. Los valores se midieron los días 11 y 22 del ciclo. La ingestión de soya o sus derivados fueron intensamente proporcionales a los niveles de estradiol, no observándose ninguna relación con la otra hormona.  Los autores concluyeron que esta relación puede deberse a que la soya modifica el metabolismo de los estrógenos.

 

Una de las diferencias atribuibles al consumo de soya es que las mujeres asiáticas tienen como promedio ciclos menstruales más largos y un menor riesgo de padecer cáncer de mama. Ambas cosas se pueden relacionar porque los ciclos menstruales más cortos implican una menor exposición a los estrógenos.

 

En relación al consumo de tofu, se observó que las mujeres asiáticas consumen el doble de este producto que las mujeres de cultura asiática asentadas en Estados Unidos, y que esta proporción disminuye conforme llevan más años  residiendo en el nuevo país. Esta reducción del consumo de tofu va paralelo a la presencia de alteraciones menopáusicas de importancia y al desarrollo del cáncer mamario.

 

Las alteraciones de la menstruación

Uno de los primeros síntomas de la menopausia son los desarreglos menstruales.  Al producirse de una manera progresiva, los síntomas son inicialmente leves; quizás éste es el mejor momento para pensar en consumir más productos a base de soya.  El consumo de soya (60g de proteína por día) incrementa la fase folicular del ciclo menstrual, mientras que inhibe las hormonas luteinizante y folículo estimulante. Este mismo efecto es el que realiza el tamoxifeno, fármaco antiestrogénico usado en el tratamiento del cáncer de próstata, que está recomendado en mujeres con cáncer de mama.

 

Los sofocos premenopáusicos

Tanto la soya como el trigo pueden reducir la intensidad y el número de sofocaciones de la época pre y postmenopáusica. La soya contiene daidzeína, un potente fitoestrógeno, mientras que el trigo contiene enterolactonas (menos potentes).

 

El Dr. Murkies y sus colaboradores comprobaron que el uso de harina de soya y de trigo podía reducir los sofocos en doce semanas. La reducción fue mayor en el caso de la soya (con un 40% de éxitos) que en el caso del trigo (25%); la respuesta también  fue más rápida en el caso de la soya, con un promedio de seis semanas de plazo.

 

Otro estudio, realizado por Paola Albertazzi y sus colaboradores, halló que la soya podía tener un efecto significativo sobre los sofocos pasadas 24 horas de haberla consumido. Las mujeres que consumen soya tienen un 26% de mejoría a la tercera semana y un 45% de éxitos a la duodécima semana.

 

Cabe señalar que no se han observado efectos secundarios indeseables o tóxicos en el uso de la soya con fines terapéuticos.

 

 

CUIDADO CON LA SOYA TRANSGÉNICA

La soya es una de las primeras plantas que fueron adaptadas a los cultivos transgénicos. Los problemas de etiquetado, en los que la gran industria de la manipulación genética (poco interesada en que el consumidor sepa lo que come) está implicada, hacen que puedan existir dudas sobre algunos de los productos comerciales a base de soya. Para evitar problemas, lo mejor es asegurarse de que los productos derivados de la soya que se adquieran sean de origen biológico.

 

 

22/03/2021

 

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