EL DON NATURAL DE LAS HIERBAS MEDICINALES

El ser humano ha aprovechado los olores de las hierbas aromáticas para guiarse y regresar a casa, además de curarse de los accidentes y enfermedades. Hace más de tres mil años, los hindúes las utilizaban en sus ceremonias religiosas y en sus dietas de purificación.

En la actualidad, la medicina ayurvédica aún continúa usando las hierbas medicinales para equilibrar la energía vital, así como para tonificar y equilibrar la energía de los órganos del cuerpo. Los chinos también las utilizaban y las utilizan para ese fin. Según sus conocimientos, si un sabor es picante, fortalece los pulmones; si es amargo, el hígado, y si es agridulce, el estómago.

Todas las culturas antiguas aprovecharon estas propiedades de las plantas. En Egipto, Roma y Grecia, así como en Asia y América, las usaron como alimentos curativos. Posteriormente, en la edad media, se cultivaron en monasterios y en los grandes jardines botánicos, manteniendo sus usos tradicionales que se han conservado a lo largo de la historia.

En los siglos XIX y XX, decayó algo el interés hacia ellas debido a los fármacos sintéticos y a las nuevas técnicas de conservación de los alimentos. Por fortuna, actualmente ha renacido el interés por estas maravillosas plantas. Tanto en la cocina como en la medicina natural, sus cualidades han sido reconocidas y destacadas. Lo ideal es usarlas frescas, por lo que son muchas las personas que reservan un rincón en su jardín o un macetero para cultivar algunas de ellas.

En muchos platos se ve la participación de las finas hierbas, lo cual no es más que una deliciosa combinación de las hierbas frescas más sabrosas como el hinojo, tomillo o la salvia.

Hierbas frescas y perfumadas

Algunas hierbas son particularmente perfumadas y sabrosas en estado fresco: el perejil liso y rizado, el eneldo, las hojas de culantro, la albahaca, el romero, la menta, etc. El perejil, por ejemplo, es muy rico en vitamina C, conteniendo 200mg por cada 100g de esta planta fresca.

 

Desde el punto de vista gastronómico conviene cocer muy brevemente estas hierbas en el caso de las salsas; es decir, añadirlas algunos minutos antes de finalizar la cocción, lo cual permite conservar al máximo el perfume liberado y las vitaminas.

 

Conviene recordar que todos los agentes aromáticos deben utilizarse moderadamente, ya que si los empleamos de manera exagerada, pueden variar el gusto de una preparación más allá del resultado esperado. El calor resalta su aroma, su presencia debe realzar, sin ocultar el gusto propio del alimento. 

 

Todas las especias, plantas aromáticas y condimentos que derivan de ellos, tienen propiedades estimulantes para el apetito y la digestión. Las secreciones digestivas e incluso el peristaltismo, son favorecidos por el uso de estas hierbas.

 

Las propiedades antes mencionadas dependen de su composición química, que varía según el grupo vegetal al que pertenece la especia o planta aromática. La menta tiene propiedades refrescantes, ligadas al aceite esencial del mentol. 

 

Las especias perfumadas usadas en los platos de los países cálidos estimulan la sed, y por lo tanto, la ingesta de bebidas, favoreciendo así la compensación de la pérdida de líquidos derivada del clima.

 

27/05/2021

 

 

 

 

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