BENEFICIOS DE LA TERAPIA CON VAPOR

 

En cualquier época del año, el vapor es un instrumento de salud muy benefi­cioso. Mejora las funciones respiratorias, ayuda a depurar la piel y combate las infecciones. Estas son algunas de las virtudes por las que mucha gente recurre al terapéutico baño de vapor en sus diversas formas. Recuerda que su calor actúa como un potente sedante que relaja y embellece la piel.

 

Compartimos contigo este excelente artículo del Dr. José Luis Berdónces (médico naturista, doctor en medicina y experto en fitoterapia, además de escritor de más de una decena de libros sobre plantas y medicina natural), que contiene información de primera línea sobre los beneficios de la terapia con vapor…

 

 

TODOS PODEMOS BENEFICIARNOS DE LA TERAPIA CON VAPOR

Todos podemos beneficiarnos de las virtudes curativas del agua sobre todo cuando la aplicamos en su estado de vapor, ya que ésta permite la eliminación de las toxinas del organis­mo a través de la piel y de las mucosas.

 

Se trata de una importante vía de depu­ración a la hora de plantearnos un plan de vida más sano. Sus aplicaciones son innumerables, ya sea en forma de ba­ños o inhalaciones. El vapor nos ayuda a contrarrestar dolencias respiratorias, reumáticas y dermatológicas.

 

Los efectos fisiológicos del baño de vapor son sedantes, con presencia de una notable sudación que ayuda a la pér­dida de peso. Además, estimula la secreción renal, aumenta la densidad urinaria y disminuye discretamente los niveles de colesterol, azúcar en la san­gre y ácido úrico. También reduce la tensión arterial, ac­tuando más sobre la diastólica (mínima) que sobre la sistólica (máxima).

 

Los baños de vapor eran una costumbre muy difundida entre turcos y romanos. Estos últimos tenían como lugar de en­cuentro las termas donde intercambia­ban opiniones sobre política y negocios. Hoy, como en aquellos tiempos, se re­curre a los baños de vapor para mejorar la calidad de vida y alcanzar un estado físico y psíquico armónico.

 

Recibir ba­ños de vapor por lo menos una vez por semana ayuda a distender los músculos contraídos, desintoxicar el organismo, aliviar el estrés y depurar la piel, mejo­rando la oxigenación de los tejidos.

 

 

CINCO EFECTOS CLAVE DE LA TERAPIA CON VAPOR

 

■   Adelgazamiento. Al aumentar la tem­peratura a nivel del tejido     subcutáneo, se incrementa el metabolismo de la grasa y permite su eliminación. También son muy eficaces porque el calor ayuda a eli­minar el exceso de líquidos.

 

■       Alteraciones de la piel. Por su acción depurativa, hidratante y regeneradora, es un buen remedio para las pieles ex­cesivamente secas. Sin embargo, las afecciones húmedas de la piel, que trasudan líquido, no suelen responder bien al calor, y por lo tanto a las aplicaciones de vapor.

 

■       Vías respiratorias. El vapor es ideal aplicarlo en forma de inhalaciones para las afecciones respiratorias. El efecto sobre las mucosas es similar al que ejerce sobre la piel: hidratante, dilatador de los vasos sanguíneos, de­purador y calmante. Es un reme­dio idóneo para la tos, la faringitis, la bronquitis y los resfriados.

 

■       Reumatismo. Los baños de vapor ge­neralmente están recomendados para el reumatismo porque el calor calma el dolor. La depuración mejora el proceso reumático a mediano y a largo plazo.

 

■       Sistema nervioso. En casos de estrés o ansiedad, el vapor tiene una acción sedante alta­mente beneficiosa sobre el sistema nervioso.

 

ADVERTENCIAS Y PRECAUCIONES

Nunca deben hacerse aplicaciones de vapor en casos de arterioesclerosis, dolor de cabeza, enfer­medades crónicas graves o terminales, tensión arterial alterada y várices, ya que el calor las perjudica.

 

VAPOR PARA DEPURAR Y TONIFICAR EL ROSTRO

El vapor contribuye a abrir los poros y facilitar una limpieza profunda de la piel, a la vez que estimula la circulación periférica aportando mayor oxigenación y nutrición a los tejidos. Su aplicación está indicada tanto en pieles secas, por el aporte de humedad, como en pieles grasas, por su función de limpieza. Únicamente las pieles sensibles o con tendencia a la cuperosis* (que enrojecen rápidamente ante cualquier foco de calor) deben evitar su uso.

 

*La cuperosis es la manifestación antiestética de pequeñas venas varicosas que aparecen en distintas zonas del rostro. Se trata de pequeños capilares que se dilatan como consecuencia del aumento de presión sanguínea en la zona.

 

► Antes de la vaporización

Primero hay que limpiar la piel con una leche limpiadora y luego aplicarse un tó­nico facial. Después, basta con poner en un recipiente dos litros de agua y llevarlo a ebullición, inclinarnos sobre él con una toalla grande que roce tanto el recipiente como la propia cabeza y mantener la cara a unos 20 cm de distancia durante unos 10 minutos. Si tenemos mucho calor po­demos descansar durante unos se­gundos. Después, es conveniente lavarse la cara con agua fría y por último aplicar una crema hidratante.

 

► Aromaterapia

Podemos aumentar los bene­ficios añadiendo al agua hir­viendo unas 4 gotas de aceite esencial o 4 cucharadas de la planta seca.

 

Enebro. Para pieles grasosas ya que aumenta la función de limpieza.

Geranio. En eccemas o herpes, porque actúa como desinfectante.

Limón. Estimula la limpieza de las pie­les grasas por su efecto astringente.

Lavanda. Tiene una función descongesti­va, calmante y regeneradora. Ideal para después del afeitado y depilaciones.

Manzanilla. Para pieles secas con tenden­cias alérgicas, ya que combate la inflamación en general.

 

Se debe realizar una vapo­rización facial en casa una vez por semana en invierno y cada quince días o tres semanas en verano. Si se pade­ce de acné o piel seborreica (muy grasa) se debe consultar primero con un especialista.

 

VAPOR Y PLANTAS MEDICINALES

 

►      EUCALIPTO

Es el remedio óptimo para las afec­ciones respiratorias. Se pueden utilizar sus hojas, sus frutos o su esencia.

►      LAVANDA

Su efecto sedante hace que un baño de vapor depurativo también sirva como re­lajante. El abuso de esencia de la­vanda puede ser irritante, por eso es mejor utilizar las flores frescas o secas.

►      MENTA

Tonificante y antiséptica, es un buen remedio para los resfriados y para estimular la piel que suda poco. Las pieles sensibles deben tener precau­ción con su aceite esencial ya que es irritante.

►      MANZANILLA

Tiene propiedades se­dantes y cosméticas. Los baños de vapor hechos con su infusión cal­man la mente y alivian los proble­mas de la piel.

►      MALVA

Las flores de malva no tienen olor, pero sus propiedades suavizantes sobre la piel y fluidificadoras de las secreciones bronquiales hacen que sea especialmente indicada para proble­mas respiratorios y dermatológicos.

►      TOMILLO

Debido a su acción antiséptica, es útil en infecciones, tanto dermatológicas como pulmonares. La mejor forma de usar el tomillo es fresco y recién hervido.

 

Igual que cual­quier medicamento, el vapor es beneficioso en algunos casos y está contraindicado en otros. Por eso es conveniente consul­tar con un profesional antes de tomarlo.

 

¿CÓMO TOMAR UN BAÑO DE VAPOR?

■       Bebe agua, o aún mejor una tisana, antes y después de la aplicación.

■       No lo hagas después de comer. La apli­cación de vapor es como bañarse, por lo tanto, puede interferir con tu digestión.

■       No fuerces tu organismo, aguanta el calor hasta el límite. Cada persona tiene su límite y debe respetarse.

■       Abrígate bien al acabar, ya que la hu­medad transmite el frío fácilmente al cuerpo, sobre todo en los pies.

■       Procura reposar un poco después de la aplicación de vapor.

 

BAÑOS TURCOS

La combinación de calor húmedo o va­por con los masajes era vital entre los musulmanes y turcos, quienes lo toma­ban para robustecer su cuerpo y espíri­tu. En el pasado era tan importante que a los bebés con 40 días de nacidos se les llevaba al Hamam (lugar donde se bañaban, exfo­liaban y tomaban baños de vapor) para recibir su primer baño ritual. Además, las novias recibían un baño turco el día de su boda. Tener un baño turco en casa era todo un lujo.

 

Se trata de un sistema de salas de ca­lor dotadas de diferentes temperaturas: la primera, a 45°; la segunda, a 55°; y la tercera, a 70°. Aquí el calor es tan húmedo que la transpiración provocada no se evapora. Por esta razón, el cuerpo no puede enfriarse y suda más y más. En caso de padecer de presión alta, alguna enfermedad cardíaca o un tras­torno de circulación, no dudes en con­sultar a tu médico.

 

EL BAÑO RUSO

Es fácil de hacer en casa. Se realiza con una olla llena de agua hirviendo, una silla de madera y unas cuantas sábanas o mantas.

 

El sistema es sim­ple: consiste en sentarse en una si­lla, poniendo debajo una olla de agua hirviendo y envolverse con una gran manta de fibra natural que te tape completamente. Además, puedes po­ner una sábana de algodón debajo de la manta y la aplicación será más in­tensa. Si entre la sábana y la manta disponemos de un plástico, mejor aún, porque al ser aislante e impermeable, conservará la humedad y el calor. El vapor se difunde por debajo de la manta a nuestro cuerpo, a excepción de la cabeza, aumentando la temperatura corporal y favoreciendo la trans­piración. La manta no ha de estar permanentemente en contacto con el cuerpo, por lo que debes “airearla” de vez en cuando para que el vapor de agua suba y esté en contacto con tu piel.

 

Para hacer el baño ruso perfecto, es aconsejable introducir los pies en un recipiente con agua caliente a fin de que no se enfríen. El baño se rea­liza durante unos 10 o 15 minutos, y lo mejor es disponer de otro recipiente caliente por si se nos enfría el agua.

 

BAÑO DE CINTURA Y PIES

Para realizarlo, debes desnudarte de la cintura para abajo, colocar un recipien­te de plástico lleno de agua hirviendo y sobre éste una tabla para poder apoyar los pies. A conti­nuación, debes sentarte en una silla de madera y ponerte alrededor de la cintura una sábana o un plástico que llegue hasta el suelo y tape completa­mente la parte inferior del cuerpo. Evita que las telas estén muy ajusta­das a la piel, ya que el vapor concen­trado puede producir quemaduras.

 

Al finalizar el baño se fricciona con agua fría la zona húmeda y se seca con cui­dado, permaneciendo así unos 15 o 20 minutos.

 

Resulta muy útil en caso de pies fríos, antes de retirar los callos y para facilitar el retiro de uñas encar­nadas. Si le agregas aceite esencial de lavanda, eliminarás el exceso de transpiración y olores desagradables o problemas reumáticos de los miem­bros inferiores. La única contraindicación es para las personas que padecen de várices declaradas.

 

Dr. José Luis Berdónces

Médico cirujano

Médico naturista

ESPAÑA

 

 

¡Espero que esta información te haya sido útil!

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13/09/2022

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